Deporte

Testimonio del entrenador de la NFL Jeff Fisher, acepta a Cristo como su Salvador

El mensaje de Cristo está rompiendo toda frontera, y en los últimos meses hemos conocido historias maravillosas que suceden en el mundo del deporte; decenas de atletas hacen pública su fe y predican el mensaje del evangelio en sus entrenamientos, competencias y partidos.

En esta oportunidad compartimos la historia de Jeff Fisher, entrenador de la NFL, ganador de un anillo del Super Bowl como jugador, y titulado como el entrenador con la mayor cantidad de campeonatos con los Titanes de Tennessee. Sin embargo aun haciendo lo que más amaba, había algo que faltaba en su vida y no se sentía plenamente satisfecho.

Fisher quien ahora lidera el equipo de los Rams de St. Louis, explicó que aunque creció en la iglesia su fe se apagó, “Nunca me tomaba un tiempo para pensar en Jesús ni en la iglesia, ni para decidir recibirlo en mi corazón” testifica. Aunque se identificaba como cristiano, el Coach mencionó que una experiencia marcó su vida durante muchos años, y lo hizo llevar una vida separada de Dios.

“Tenía 7 u 8 años y estaba sentado en la iglesia, como todo niño me entretuve y estaba jugando con la luz del sol que venía de la vidriera de colores de un ventana, el reverendo se acercó y me sacó de la banca, me tomó por el cuello de mi camisa y dijo: ‘me ocuparé de ti’, relata Fisher. “En ese momento entré en shock, realmente me aterrorizó”. Allí comenzó el viaje de su vida sin Jesús. Durante su larga carrera llena de victorias jamás tuvo tiempo para sí mismo ni para su familia.

“Cuando pasas tu vida viajando largas millas, ves que no hay nada… Yo sentía que algo faltaba, pero en mi mundo nunca había tiempo para averiguar qué era lo que necesitaba”.

Al culminar uno los partidos, Fisher se dirigía a casa con uno de sus amigos. “Me detuve en un puente, baje del auto, me sentía atrapado en este mundo y no sabía que hacer; hasta después de una larga discusión con mi amigo, el me dio la respuesta que necesitaba. Ahí es donde yo acepté al Señor en mi corazón y en mi vida para siempre, ese día en aquel puente.”

El entrenador manifiesta que después de aceptar a Cristo sus tensiones se aliviaron, empezó a vivir una relación con el Señor en todas las áreas de su vida. “No es algo extraño, he nacido de nuevo, desde ese momento vivo en paz. Las cosas se hacen mucho más fácil en el día a día, puedo manejar mis responsabilidades porque sé que tengo un padre que cuida de mí, que ha conseguido mi mejor interés en Su corazón “.

vía:bibliatodo.com 

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