Por primera vez en su vida, Darrin Crockett se alegra de que Dios no haya respondido a su oración.
El lunes por la noche del 2 de marzo, Crockett y su familia se acostaron como siempre. Su perro Doc, sin embargo, ladró sin cesar durante toda la noche. Crockett recuerda haberle pedido a Dios «que haga que su mascota deje de ladrar».
Darrin Crockett y su hija Carly examinan lo que queda de su casa, buscando cualquier artículo que pueda recuperarse.
Al parecer, Dios eligió no responder a esa oración. Como resultado, la familia Crockett está viva y mucho después de que un tornado EF-4 estimado azotara su hogar en Cookeville, Tennessee, dejándolos atrapados bajo un montón de escombros.
Reflexionando sobre esa noche, Crockett ve cómo Dios orquestó su supervivencia. Si Doc no hubiera ladrado la mayor parte de la noche, Crockett podría no haber escuchado la alarma de su teléfono señalando una advertencia de tormenta. Como resultado de la advertencia, él, su esposa Jenny y sus hijas Carly, Camryn y Carrigan se refugiaron en la lavandería, el único lugar donde probablemente podrían haber sobrevivido, dijo Crockett.
«Lo escuchamos venir y de repente la casa comenzó a temblar», dijo. «Lo siguiente que recuerdo es que sentí hierba debajo de mí. El tornado debe haber recogido toda la casa, haberla dejado caer en el patio con nosotros enterrados debajo de ella».
Un dos por cuatro que cayó sobre una lavadora y secadora volcada probablemente proporcionó suficiente espacio para evitar que sean aplastados. Cuando pasó la tormenta, los destellos de luz expusieron las pocas aberturas que había, y la familia salió del edificio derrumbado con solo unos pocos cortes y rasguños menores.
Crockett, pastor asociado de VineBranch Community Church y administrador de la escuela y director deportivo de Highland Rim Academy, ambos en Cookeville, reconoció que su supervivencia es un milagro.
«Es asombroso», dijo. «Si nuestro perro no nos hubiera alertado, ¿quién sabe dónde habríamos terminado?»
Mientras se paraba cerca de la pila de escombros que una vez fue su casa y observaba a los voluntarios rescatar artículos y arrastrar las ruinas a las pilas de basura cercanas, Crockett sabía sin lugar a dudas que Dios lo había salvado a él y a su familia.
Los voluntarios limpian los escombros de los restos de la casa de Darrin y Jenny Crockett en Cookeville, Tenn. La pareja estaba dentro de la casa con sus tres hijas el lunes 2 de marzo por la noche, cuando fue golpeada por un tornado y se derrumbó encima de ellas. Se arrastraron fuera de los escombros con solo rasguños y cortes menores.
«Tenemos tremenda paz y alegría», dijo.
Sin embargo, hay dos cosas que hacen que se emocione: saber lo cerca que estuvieron de alguien planeando sus funerales esta semana y el gran apoyo de la comunidad. «Es sorprendente mirar alrededor y darse cuenta de que no estamos solos», dijo.
Crockett sabe que él y su familia son receptores de la gracia de Dios. «He visto la gracia de Dios de muchas maneras y en muchos lugares. Esto lo afirma aún más», reconoció.
El gran apoyo de los bautistas y otros cristianos, no solo en la comunidad, sino en todo el estado, también ha sido «abrumador y sorprendente», dijo.
Los bautistas han recibido mucha prensa negativa en todo el país en los últimos meses, observó Crockett. «Pero cuando se trata de eso, la iglesia hace lo que Dios le pide que haga. Nada más importa en momentos como estos».
El ministro expresó su agradecimiento a los bautistas de Tennessee por su respuesta, amor y recursos. «Es abrumador».
Aunque se tienen el uno al otro, los Crocketts experimentaron una pérdida significativa después del tornado. Su querido perro Doc, que probablemente les salvó la vida con sus ladridos, no sobrevivió.
«Él caerá como un héroe», dijo Crockett. «Lo celebraremos y hablaremos de él durante mucho tiempo».
