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Vuelve hoy al Señor con todo tu corazón

En el transcurso de nuestra vida los seres humanos desde los primeros meses de nuestra vida vamos aprendiendo nuevas palabras, por ejemplo, un niño de ocho años tiene un vocabulario de más de cinco mil palabras. JUAN 15-5

Y mientras vamos creciendo vamos incorporando a nuestro lenguaje nuevas palabras según los ámbitos de la vida en los que nos desarrollemos, pero hay SEIS PALABRAS que es muy importante que las aprendamos y que nunca las olvidemos, porque de eso dependerá en gran medida nuestro éxito o nuestro fracaso, nuestra alegría o nuestra tristeza, nuestra satisfacción en la vida o nuestra frustración.

¿Pero cuáles son esas seis palabras tan importantes que nunca debemos olvidar? Son las palabras que nuestro Señor Jesucristo dijo para nosotros: SEPARADOS DE MÍ NADA PODÉIS HACER.

Esas son las seis palabras que nunca en la vida se nos deben olvidar, las tenemos que tener siempre en nuestra mente y en nuestro corazón. Pero veamos porque esas seis palabras son tan importantes en nuestra vida:

PORQUE SEPARADOS DEL SEÑOR NO PODEMOS FRUCTIFICAR (JUAN 15:4)

Esta es una realidad en la agricultura, por muy fructífera que haya sido una rama, si se separa de la planta, se seca, se vuelve estéril, no puede dar fruto por sí misma.

Y eso es algo que nosotros tenemos que tener bien claro en nuestra vida, no podemos fructificar por nuestra propia cuenta, los frutos se dan en nosotros cuando estamos EN CRISTO.

Pero posiblemente alguien dirá o pensará: ¡yo me he alejado de Dios y mi vida es muy fructífera! Quizás pueda tener dinero, posesiones materiales, diversión, etc, Pero no debemos confundir frutos con apariencia, las apariencias engañan, son efímeras, pero los frutos del Señor permanecen, son reales, llenan nuestro corazón, y no añaden tristeza.

PORQUE SEPARADOS DEL SEÑOR PELEAREMOS SOLOS NUESTRAS BATALLAS (SALMO 81:11-15)

Seguramente la mayoría de nosotros nos consideramos personas luchadoras en la vida, y tenemos una palabra para definir a aquellas personas que a pesar de sus dificultades se esfuerzan para salir adelante les llamamos luchón o luchona, y según él diccionario es alguien que se esfuerza y hace todo lo posible para alcanzar sus objetivos.

Y es ahí donde tenemos que comprender el gran problema de luchar solos, de pelear nosotros solos nuestras batallas: NOSOTROS HACEMOS LO POSIBLE, PERO DIOS HACE LO IMPOSIBLE.

En el texto que hemos leído el Señor le dice a su pueblo, que, si no lo hubieran dejado, si hubieran caminado en sus caminos en un momento habría derribado a sus enemigos (vs 14) y el Señor nos preguntaría directamente a nosotros: ¿Cuánto tiempo llevas luchado tú solo o tu sola con ese problema? ¿Porque no me permites que yo pelee por ti? (2 Cronicas 20:15)

PORQUE SEPARADOS DEL SEÑOR NO PODEMOS SER VERDADERAMENTE FELICES (JUAN 7:37-38) 

La palabra de Dios nos declara que cuando Cristo viene a nuestra vida de nuestro interior comienzan a fluir ríos de agua viva, nuestro corazón ya no está seco, ya no caminamos con sed tratando de saciarnos de la alegría fugaz que el mundo.

Y eso es lo que muchas personas en el mundo no comprenden, del porqué los cristianos ya no participamos en muchas cosas que la sociedad o el mundo nos ofrece, (Discotecas, fiestas, parrandas, borracheras, desenfreno sexual, etc) y quizás la mejor respuesta no es solamente que ya no nos gustan, sino que HEMOS ENCONTRADO ALGO MUCHO MEJOR: LA VIDA EN CRISTO. Ahora hay un río de agua viva fluyendo en nuestro interior, ya no tenemos que andar buscando aguas contaminadas para saciar nuestra sed.

Las aguas de Mara son un ejemplo de lo que el mundo ofrece para saciar la sed del mundo (Éxodo 15:22-23) Son aguas amargas, son aguas que no sacian la sed, pero es lo que satanás les ofrece, y aunque parezca increíbles millones de personas en el mundo prefieren seguir bebiendo de las aguas de Mara en lugar de los ríos de agua viva que nuestro Señor Jesucristo les ofrece.

Pero lastimosamente también hay cristianos que se apartan de la fuente de agua viva (Jeremías 2:13) se apartan del Señor y comienzan a buscar la felicidad donde no la hay, en cisternas rotas que no retienen agua, vuelven a tratar de buscar la felicidad en la vida mundana, y lo que pasa en sus vidas es que siempre al final como una cisterna rota: QUEDAN VACÍOS.

CONCLUSIÓN: SI hoy tu corazón se siente vacío como una cisterna rota, si reconoces que estás peleando solo tus batallas y te das cuenta que tu vida se ha vuelto estéril, sin frutos, VUELVE HOY AL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN (Jeremías 3:1) y nunca te olvides otra vez de estas seis palabras. SEPARADOS DE MÍ NADA PODÉIS HACER.

Fuente:
Pastor Oscar FLores | El Salvador

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