Annahita Parsan ya fue refugiada, pero hoy encabeza un ministerio dirigido a evangelizar a los musulmanes.
Annahita Parsan pasó muchas cosas en su vida. “Ella ya huyó de Irán como refugiada musulmana y hoy es una ministra cristiana en Suecia, donde predica principalmente para los musulmanes, aun sabiendo que corre un gran riesgo de vida”.
Annahita creció en Isfahan, en Irán, en una casa musulmana, ella se casó a los 16 años. En 1979, poco después de la Revolución Islámica de Irán, dio a luz a su hijo, Daniel. Con apenas 18 años, ella perdió a su marido en un accidente de coche. Para empeorar las cosas, bajo el liderazgo del Ayatollah Jomeini, Irán cambió.
La ley ahora exigía que ella debe entregar la custodia de su hijo, Daniel, al padre de su marido. Ella luchó por meses para recuperarlo y lo consiguió. Dos años después, Annahita volvió a casarse. Ella comentó en una entrevista con Fox News que tenía un cuadro muy parecido al suyo, pues su esposa había muerto.
Sin embargo, las cosas empeoraron, con el actual esposo quien tiempo despues comenzo a maltratar a su hijo, dice: “Luego de un tiempo mi pareja, empezó a golpear a mi hijo”, recordando esos momentos tan duros que vivio. “Yo estaba nuevamente embarazada, y era imposible divorciarse”. En medio de la guerra Irán-Irak, el marido de Annahita, Ashgar, decidió que necesitaban huir del país. Mientras ella todavía estaba embarazada, y en medio del invierno, cruzaron las montañas a Turquía.
Sin documentos de identificación o pasaportes, las autoridades turcas arrestaron a Annahita y a su marido en una cárcel en el distrito de Agri del país por entrada ilegal. Sin embargo, después de un mes angustiante, fueron liberados y viajaron a Estambul. Pasaron nueve meses buscando fondos para llegar a Dinamarca.
Las cosas pronto empezaron a cambiar. Una mujer llegó para hablar de Dios a ellos que aún no se interesaban por el Evangelio. “Yo estaba tan irritada e infeliz, pero ella volvió al día siguiente con una pequeña Biblia”.
Fue entonces cuando ella, al leer esa Biblia en Dinamarca, acto que mantuvo escondida de su marido, comenzó a experimentar a Dios, haciéndole preguntas y recibiendo la paz. Ella comenta: “Fue mágico, pero la calma y la paz no duraron”, subraya. Después de una explosión brutal de su marido, Annahita tuvo una sobredosis de pastillas para dormir en un intento de matarse en diciembre de 1989.
Al día siguiente, ella despertó en el hospital. “Yo estaba con mucho miedo de ir a casa y la policía vino al hospital para hablar conmigo. Muchas personas me estaban ayudando a encontrar un lugar seguro para vivir, y yo sabía que era Jesús”, dijo Annahita a Fox News. “Y luego la policía me llamó para decirme que descubrieron que mi marido planeaba secuestrar a mis hijos de vuelta a Irán. Después de eso, nos mudamos a Suecia”.
Sin su marido, ella y sus hijos vivieron en paz en Suecia. Annahita fue bautizada como cristiana dos años después de llegar. En 2006, tuvo un accidente de coche que casi la mató. En este punto sintió la unción de pasar la vida ayudando a otros musulmanes para que ellos conocieran a Jesús. Ella entonces estudió para convertirse en ministra y fue ordenada pastora en 2012, en la Iglesia de Suecia.
Ahora dirige congregaciones de orígenes musulmanes, evangelizadas para musulmanes y entrena a otras para hacer lo mismo. “Tengo amenazas graves, al menos algunas veces al año. Amenaza de ataque con cuchillo o ataques con bomba”, añade. “Tengo un policía conectado a mi caso y siempre puedo llamar si algo sucede durante nuestros cultos. Tengo otras amenazas de familiares distantes, pero para mí, lo que hago vale la pena”.
Annahita Parsan dice que desde su ordenación, ella ya ha participado en más de 1.500 conversaciones de musulmanes al cristianismo.
