En uno de los capítulos de mi libro CITA CON TU DESTINO, aparece esta frase de un escritor español que me parece tiene que ver con tu otra mitad.
“Una relación no es un lugar para encontrar el amor, sino un espacio para celebrar juntos que, por separado, dos se han enamorado de la vida”.
Con esto se entiende, que para iniciar o mantener una relación sentimental con alguien, tienes que aprender a valorarte, amarte a ti misma, y amar lo que haces, primeramente. La manera en que te sientes con respecto a ti misma afecta todos los aspectos de tu vida. Las respuestas a las situaciones que se presentan en tu vida dependen de quien y qué piensas que eres.
Es por esta razón que muchas mujeres entran en una relación o al matrimonio sintiéndose necesitadas y no completas. El noviazgo y el matrimonio no deben buscarse como una oportunidad de satisfacer nuestras necesidades, sino como una oportunidad de satisfacer las necesidades de la otra persona por la abundancia de lo que tenemos para ofrecer.
La mitad de tu naranja sí existe, es tu otra mitad y antes de entrar en una relación sentimental es necesario que la encuentres porque esa puede ser la causa de las desilusiones pasadas. Esa mitad que abandonaste ante una ruptura amorosa, el temor a no ser suficiente para alguien o la opinión de los demás. Aquella que perdiste cuando por ganar el amor de alguien dejaste de ser tú misma. T.D. Jakes lo dijo de esta manera:
“Cuando una mujer está sana, puede entrar a una relación sin desesperación; no necesita que nadie la complete. Ella está completa por el toque de Su Señor. Una mujer completa atraerá a un hombre completo. Y cuando se toquen, se fundirán para hacer un matrimonio completo”.
¡Te reto a permitir que Dios te toque y te complete!
El amor de tu vida está más cerca de lo que crees
