Darnos en arrepentimiento, es tomar decisión madura y sabia. Aunque debemos admitir, nada resulta fácil. El orgullo está justamente en el mismo medio de la decisión. Necesitamos de la convicción y plena honestidad que coloquen las cosas en orden. Además, reconocer que el
temor nunca falta.
El arrepentimiento consigue reprogramar la existencia. No prioriza el pasado, en cambio, busca mejorar el presente.
Transporta a cambiar la realidad desde la consciencia y lo racional. Accederemos a la tranquilidad y progreso que tanto merecemos.
El arrepentimiento nos conduce a reconocer, la equivocada vida que llevamos. A la maldad, odio, traición, envidia, egoísmo, rencor, indiferencia, logramos renunciar, porque entendemos que han sido defraudadas nuestras vidas.
El arrepentimiento revela completa sanación y perdón. Reparamos rápidamente lo espiritual, psicológico, emocional y social. El nivel de convivencia será otro, según los resultados vividos. Alcanzaremos la paz dejada de disfrutar.
Recuperaremos los sueños perdidos.
Empezaremos amarnos con sinceridad.
Caminaremos por el mundo con rostro de alegría.
La fortaleza interior nos proveerá de valor para facilitarnos comprensión y evitar el juzgar.
El arrepentimiento a las formas incorrectas de conducirnos en la vida, generará grandes riquezas en quienes se propongan asumirlos firmemente al renunciar a las acciones, sentimientos y efectos negativos arrastrados del pasado.
**El arrepentimiento** es sencillamente, entrar en razón con nuestra intimidad y conseguir exteriorizar su decisión. No permitamos impedimentos algunos, que nos tronchen el poder vivir en paz y ser felices.
El arrepentimiento no resulta magia, es puramente decisión inquebrantable que nos
lleva a reprogramar nuestras vidas .
¿Sabes entregarte en arrepentimiento?
*BENDICIONES *
