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Duarte: Constitución y Tribunal Constitucional

Este 26 de enero se cumplen 211 años del natalicio del principal propulsor de la conciencia nacional y permanente defensor de la identidad nacional. Razones tenemos para festejar a uno de los más consecuentes exponentes de las ideas nacionalistas e independentistas derivadas de los principios liberales de las revoluciones norteamericana (1776) y francesa (1789).

En su proyecto de Constitución, Duarte mantuvo fresco en su mente el principio de legalidad expresado en su artículo primero: «la ley es la regla a la que deben acomodar sus actos así los gobernados, así los gobernantes», es decir que los ciudadanos y el Estado no están sometidos a la voluntad personal de un dirigente, sino a la autoridad de la ley como principio rector de todas las actividades de los seres humanos.

Se refirió a la separación de los poderes del Estado, añadiendo al Legislativo, Ejecutivo, Judicial, el Municipal, como un poder preponderante que sirve como especie de freno local al Gobierno central y baluarte de las libertades individuales, la descentralización de la administración pública, y el fortalecimiento de la vida democrática.

¡Y qué decir de los pilares fundamentales del constitucionalismo! En su proyecto de ley se mencionan los siguientes: en primer lugar, la ley como fundamento de la autoridad (artículo 15); segundo, la independencia nacional como «ley suprema del pueblo» (artículo 6); tercero, su concepción nacionalista y antioligárquica (artículo 17). También identifica otras columnas, como  la división cuatripartita del poder, y la defensa de los derechos de las personas.

Al hablar a los derechos fundamentales, el patricio seguía su orientación basada en el derecho natural, es decir que el hombre, por su propia dignidad, viene al mundo con una serie de derechos que le son consustanciales; es decir, le son propios por el hecho de ser humanos, y que esto guarda estrecha relación con la doctrina cristiana, que señala que el hombre y la mujer fueron creados a «imagen y semejanza del Señor»

No fue una casualidad que el Pleno del Tribunal Constitucional, mediante la resolución TC/0003/12, resolviera de manera unánime declarar a Duarte como el primer constitucionalista dominicano, como lo expresara uno de sus considerandos: «Que uno de los primeros actos del Patricio Juan Pablo Duarte, en su Proyecto de constituir un Nuevo Estado que se llamaría República Dominicana, fue redactar un proyecto de constitución política».

El Tribunal Constitucional debe y deberá seguir su camino de éxito, como lo ha venido haciendo durante estos doce años de vida institucional, en su misión de garantizar la vigencia del pensamiento duartiano, el fortalecimiento del Estado de derecho y el trabajo entusiasta a fin de que la Constitución siga viva, como lo había visualizado el patricio.

Al pensar en un año más del natalicio de Duarte, la invitación es a seguir su ejemplo, aprovechar el tiempo, como él decía, defender la dominicanidad, seguir fieles en honradez, espiritualidad, humanidad, y actuar con carácter de profundos demócratas.

Fuente: Feliz Caraballo

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