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Dios recuerda y restaura

Cuando el Señor nos haga volver a Sión, nos parecerá estar soñando. Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas. Entonces las naciones dirán: «¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!» Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría. Salmos 126:1-3

El Salmo 126 es un hermoso recordatorio de que Dios RECUERDA Y RESTAURA sin importar cuanto perdimos, sin importar cuantas lágrimas derramamos, sin importar las decepciones y fracasos. Dios no solamente recuerda, El restaura completamente. Nuestro entorno tiende a colapsar justo antes de un gran avance, lo que nos hace sentir incómodos con nuestras circunstancias. Sin embargo, si nunca nos sentimos incómodos, nunca tendríamos el deseo de avanzar, de hacer las cosas de una mejor manera, de experimentar nuevos lugares y llegar más alto de lo que lo hicimos antes. Oro porque esta palabra profética de Nate Johnston encienda en ustedes la fe de que El cumplirá Sus promesas, pero, sobre todo, ¡Que el Señor nos encuentre ardiendo en el fuego del primer amor!

VIENE UN FRESCO Y ARDIENTE FUEGO

En los próximos 3 meses se avecinan encuentros significativos que traerán el CIERRE del agotamiento y liberarán un FRESCO Y ARDIENTE FUEGO. Muchos tendrán momentos cara a cara con Jesús que soltarán toda carga y escombros de la batalla, cortarán las cuerdas de las dificultades inquebrantables, y encenderán un fresco clamor y un llamado macedónico a lugares y asignaciones que no estaban previamente en el radar.

Hechos 16:9-10 Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

Habrá sueños que los desenredarán, los sanarán y les impartirán. Habrá visitas en la noche que reavivarán el amor perdido y los limpiarán de cualquier otro afecto y deseo. Sentirán que pueden volver a respirar, a soñar y a reír. Las heridas que sufrieron en el pasado se cerrarán y ya no vivirán definidos por quien los maldijo, los usurpó o les hizo la guerra.

Génesis 46:2-3 Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación.

Se levantarán, recogerán su cama y caminarán hacia el nuevo día sin una sola flecha en su costado ni un obstáculo en sus pies. Se sentirán como si hubieran salido del horno de fuego y les hubieran dado una antorcha encendida para las naciones y un anhelo de ver la cosecha para la que fueron creados. Donde estaban en modo de supervivencia, incapaces de atravesar el velo, sentirán la victoria en su espíritu y un nuevo clamor para tomar la tierra.

Juan 5:8-9   Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

La alegría será tan profunda, como un pozo fresco que brota dentro de ustedes y serán conducidos con asombro. El camino detrás de ustedes comenzará a sentirse como una vieja historia o una vieja canción que solían cantar pero que ya no lo hacen, y serán consumidos por el nuevo himno del cielo y el viento fresco en sus velas.

Juan 7:37-38 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Ahora mismo puede parecer que las semillas están cayendo a tierra y muriendo, que un viejo camino y una temporada están llegando a su fin, pero al dejar su mochila a Sus pies comenzarán a recoger lo nuevo. Así que dejen sus promesas incumplidas y sus asuntos inconclusos. Dejen el desorden y lo que han tratado de reconciliar y simplemente ríndanse al nuevo capítulo.

Isaías 43:16-19 Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas; el que saca carro y caballo, ejército y fuerza; caen juntamente para no levantarse; fenecen, como pábilo quedan apagados. No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

Con amor y oraciones,

Fuente:
Magie de Cano

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