Unos hombres armados le dispararon a muerte a una misionera estadounidense en Haití y secuestraron a una niña de 4 años que viajaba con ella.
Roberta Edwards sirvió al pueblo de Puerto Príncipe durante más de 20 años. Ella creó un orfanato llamado Sonlight Children’s Home.
Edwards estaba conduciendo de vuelta a su ministerio la noche del sábado cuando un vehículo bloqueó su paso. Los atacantes le dispararon y se llevaron a la pequeña.
«Los investigadores están trabajando para encontrar a los asesinos y a la niña secuestrada», dijo Frantz Lerebours, portavoz de la Policía Nacional de Haití.
Edwards pertenecía a Estes Church of Christ en Henderson, Tennessee.
La congregación dijo que estaba «triste» por el asesinato de Edwards.
«Roberta era una luz para aquellos en la comunidad y dedicada a llevar esperanza a los desesperados. Ella sabía que trabajaba en un entorno peligroso, pero se había comprometido a sí misma para atender a los niños en Haití a pesar de estos riesgos», dice un comunicado de la iglesia.
La policía aún desconoce el motivo del asesinato.
En ese mismo orden, el año pasado también fue asesinado un misionero estadounidense que llegó a Haití después del terremoto del 2010 y tambien fue asesinado en un barrio de la capital Puerto Príncipe.
La corporación haitiana identificó a la víctima como George Knoop, de 77 años, quien fue apuñalado varias veces en su residencia del sector de Delmas, al norte de Puerto Príncipe.
Agregó que el misionero fue capaz de pedir auxilio por su celular para ser llevado a un hospital cercano. Salomon añadió que el religioso murió poco después en el centro de salud.
El asesinato del religioso ocurrio en medio de un aumento de la inseguridad pública en Haití.
