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Una vida piadosa

El apóstol Pedro menciona que tenemos que tener por meta dos cosas.  Hay una cosa que alcanzamos, pero no es que lo alcanzamos sino que nos alcanzó a nosotros.  Y eso nos quiere llevar a tener dos cosas: Vida eterna y piedad.  Es palabra piedad, en inglés es la palabra godliness.  Este término se refiere a demostrar el carácter de Dios, que tú te parezcas a Dios; no es que seas Dios, pero demuestras la imagen de Dios en esta tierra.

Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza.  Cuando el hombre peca, pierde una y se queda con la otra; sigue teniendo el carácter pero ahora no refleja realmente quien es Dios.  Entonces, Cristo vino y por su justicia tú tienes dos cosas; y esa es la suerte que tú tienes hoy, que puedes alcanzar la vida eterna, y puedes vivir una vida piadosa, una que refleje el carácter y la naturaleza de Dios en esta tierra.  Eso es un privilegio.  Debes sentirte bendecido por Dios porque no todo el mundo tiene la oportunidad de trabajar con diligencia para obtener la vida eterna y la capacidad de demostrar quien es Dios aquí en la tierra.

Que esto te inspire a querer obtener esa vida que Jesús dijo: Vida y vida en abundancia.  Y tú eres de los privilegiados, elegidos en este tiempo para vivir esa vida en abundancia.  Ponle diligencia a este asunto para vivir esa vida que Dios tiene para ti, y para reflejar a los demás el carácter, la naturaleza de Dios.  Tú eres privilegiado, elegido por Dios por su gracia.  Y tú debes ponerle diligencia para obtener la vida que Dios tiene para ti.

Pedro dice que esta gracia y paz tienen que multiplicarse en tu vida, y que tú debes obtener madurez.  La meta que él desea es que todos alcancemos multiplicación y madurez, que el carácter de Dios sea lo más que se vea en ti, que tu vida demuestre el carácter de Dios.  Que tu meta sea la obtención de esa vida eterna, de esa vida completa de Dios.  Tu meta debe ser que tu vida demuestre la pureza de Dios, su santificación.  El apóstol Pedro dice que lo que produce esa vida no son tus fuerzas, sino el poder de Dios, el poder de Jesucristo en nosotros, es por el poder del Espíritu Santo que lo puedes lograr.  Pero dice Pedro que ese poder aumenta y se multiplica cuando tú tienes conocimiento.

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.”  2 Pedro 1:2

Te habla desde el primer verso de la gracia que te alcanzó, que es el poder de Cristo quien te ha hecho salvo, quien te ha redimido; y lo que quiere es que se multipliquen la vida y la piedad en ti; que se multiplique, que lo puedas experimentar, que alcances esa madurez.  Pero te dice que esto será cuando el conocimiento de Dios se amplíe en tu vida.  Cada vez que tú vas a la casa de Dios, no tan solo debes aprender cómo prosperar, sino cómo quiere Dios que tú vivas tu vida aquí en la tierra, cómo Dios quiere que tú te comportes con tu carácter, con tus pensamientos; porque mientras más conocimiento tú tengas de lo que Dios quiere para ti, más poder se manifiesta; y si más poder se manifiesta en tu vida, más tú te acercas a la meta de vivir la vida eterna y de vivir como Él quiere que tú vivas.

Tres cosas te van a ayudar a alcanzar esta dimensión:

  1. El poder de Dios.  Esto es solo por el poder de Dios.  Es Él quien te da el poder para vencer la tentación, para vencer la vieja vida.
  2. El poder detrás de las promesas de Dios.
  3. Tomar acción.

Tú tienes que ponerle diligencia a la gracia que te ha alcanzado.  Cuando tú recibes un regalo, si tú no entiendes lo valioso del regalo, lo menosprecias, no lo valoras, no pones diligencia en cuidarlo.  Lamentablemente, como dice el refrán, no es hasta que lo pierdes que entonces lo valoras.  Es un privilegio estar vivo, pero mayor privilegio tienes tú de que estás vivo en esta tierra y has sido elegido para este tiempo.  ¿Cómo sabes que eres elegido?  Ya no pecas como antes; ahora, fallas y quieres arreglarlo.  Eso dice que hay algo que se ha despertado en ti, que todavía no se ha despertado en otra gente.  Entonces, si tienes el privilegio, ¿por qué no ponerle diligencia?

Si supieras que tienes todos los recursos que necesitas, ¿qué te atreverías a hacer?  Pues eso es lo que tienes.  Tienes todo el poder de Dios para vencer la depresión, el pecado, el coraje, tu carácter, los odios, la tentación, el vicio.  La pregunta es si crees que tienes promesas para tu vida, para que entonces puedas ponerle diligencia.

Ponle diligencia a esto.  Que realmente quieras vivir esa mejor vida que Dios tiene para ti.  Que cuando la gente te mire, vea el carácter de Dios en ti.  Entiende hoy que tú eres de los privilegiados de este tiempo.  Lo que tú estás viviendo hoy como cristiano no es un problema, sino un privilegio.  La suerte te tocó.  Siéntete privilegiado, y trátate como tal.

Fuente:
Pastor Otoniel Font

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