Articulos

No habrá más maldición

Tres preciosas bendiciones serán nuestras en la tierra de gloria.

«Sus siervos le servirán.» Ningún otro señor nos oprimirá, ningún otro servicio nos afligirá. Serviremos a Jesús siempre, perfectamente, sin desfallecimiento, y sin error. Esto es el cielo para un santo: servir al Señor Cristo en todas las cosas; y ser reconocido por Él como Su siervo, es la elevada ambición de nuestra alma por la eternidad.

«Y verán su rostro.» Esto vuelve al servicio deleitable: en verdad, es la recompensa presente del servicio. Conoceremos a nuestro Señor, pues le veremos como es. Ver el rostro de Jesús es el favor supremo que el más fiel siervo del Señor pueda pedir. ¿Qué más podría pedir Moisés que: «Te ruego que me muestres tu gloria»?

«Y su nombre estará en sus frentes.» Ellos contemplan a su Señor hasta que Su nombre es fotografiado en sus frentes. Ellos son reconocidos por Él, y ellos le reconocen. La marca secreta de gracia interior se hace manifiesta en la rúbrica pública del Soberano de una relación confesada.

¡Oh Señor, concédenos estas tres cosas en sus comienzos aquí, para que podamos poseerlas en su plenitud en Tu propia morada de bienaventuranza!

Fuente:
La Chequera del Banco de la Fe.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba