Seguramente, si te hubieran dicho todo lo que iba a pasar durante este tiempo, todo lo que íbamos a vivir, habrías pensado que era una locura. Si te hubieran dicho que países enteros cerrarían, que tendríamos que usar máscaras o mascarillas para caminar a cualquier lugar, que los aeropuertos se detendrían, que entraríamos en un caos, hubieras pensado que era imposible, que jamás sucederían tales cosas. Y la verdad es que nos tomó por sorpresas. Sabíamos que el mundo estaba propenso a dificultades como estas, pero jamás hubiéramos podido prever la situación que estamos viviendo.
Analizando bien todas las cosas, estamos convencidos que Dios nos dio una dirección a principios de este año, cuando comenzamos a estudiar una serie que nos ayudaba a proyectarnos para un futuro extraordinario.
“19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” 2 Pedro 1:19-21
En un lugar oscuro, tienes que tener una antorcha. Tu antorcha es la palabra profética más segura, que es la palabra de Dios. Un día, el sol va a salir, la tormenta va a desaparecer. Pero mientras vamos caminando en esto que estamos viviendo, la palabra de Dios tiene que ser nuestra antorcha; tenemos que caminar dirigidos por ella.
En nuestra iglesia, comenzamos este año creyéndole a Dios por dirección para nuestra vida, pero no meramente para el final de este año, sino que comenzamos planificándonos de aquí a diez años. No sabíamos lo que iba a pasar, pero la planificación a largo plazo nos da la oportunidad de entender que lo que está ocurriendo, se va a corregir poco a poco. Cuando tú planificas a largo plazo y ves tu vida más allá que simplemente una temporada, te das cuenta que puedes tener esperanza más allá de un momento de dificultad. De habernos enfocado meramente en este año, estaríamos frustrados porque pensaríamos que este año se desperdició; pero nosotros comenzamos a creer que Dios tenía un plan para nuestra vida más allá de este año; que en estos próximos diez años, Dios va a hacer algo maravilloso. Así que ahora lo que estamos es expectantes de cómo Dios va a usar esto para posicionarnos en el lugar que Él quiere posicionarnos para que su voluntad se cumpla y podamos ser parte de su plan para esta tierra. Todo esto ha sido desconcertante, pero como tenemos la palabra profética más segura en nuestras manos, sabemos que somos dirigidos por ella hasta que el día esclarezca. Esta temporada va a terminar, y si te alumbras por la palabra de Dios, cuando salga el sol, estarás en los lugares correctos.
Compás 2020 y Navegando a un Futuro Extraordinario fueron nuestras primeras dos series este año, enfocándonos en la navegación. Había dos cosas que los capitanes usaban para poder dirigir sus barcos: Un compás y la navegación celestial. Utilizaban las estrellas como los puntos de referencia para navegar hacia donde querían llegar. El compás de nuestra vida es Dios, es el Espíritu Santo que nos dirige en cada área de nuestra vida. Pero lo primero que vamos a ver es una analogía de la navegación por las estrellas, y cómo podemos aplicar esto para dirigir nuestras vidas basado en la palabra del Señor.
La analogía de las estrellas la usamos como un acto de fe, para tornar nuestra mirada siempre al cielo, sabiendo que nuestro socorro viene de Jehová. Si tú quieres dirección para tu vida y quieres paz, tienes que saber que Dios tiene que Dios tiene una promesa para ti. En la Palabra, hay cientos y miles de promesas por las que tú te puedes dirigir y navegar en los momentos más oscuros.
Imagina zarpar en medio de un día hermoso, y que al caer la noche comience una tormenta a azotar y llevarte de un lado a otro. Imagina la desesperación. Pero siempre puedes mirar al cielo; y en medio de la oscuridad, se aprecia mejor el cielo estrellado. Así son las promesas de Dios, así es Cristo para nosotros; él es la Estrella de la mañana; él alumbra tu cielo, tu futuro, tu destino. En medio de un tiempo de incertidumbres como el que estamos viviendo, tú puedes vivir seguro porque Dios te ha dado las herramientas necesarias para llegar al futuro que Él tiene planificado para tu vida.
En el momento de mayor oscuridad en la vida de Abraham, cuando sale de casa de su padre y de su parentela, sale porque Dios le da una promesa. Dios le dice: Te voy a bendecir, te voy a hacer una nación grande, te voy a prosperar. Pero por varios años, Abraham se quedó con la incógnita de cómo Dios lo haría si no le había dado un hijo. Durante el día es fácil mantenerte ocupado, enfocado, trabajando; mientras está la luz del día, las ocupaciones no nos dejan tiempo para pensar. Pero cuando llega la noche, el salmista nos habla del terror nocturno; todo comienza a apagarse, y ahora comenzamos a pensar en lo que no hicimos, lo que va a pasar; y ahí es cuando llega el temor a nuestras vidas. Abraham se encontró en ese momento de cuestionar qué sería de su vida. Y Dios le dijo: Sal de tu tienda y mira las estrellas; así será tu descendencia. ¿Por qué Dios hizo que Abraham mirara las estrellas? Para que en los momentos de oscuridad, Abraham mirara al cielo y dijera: Así dijo Dios que va a hacer en mi vida.
En los tiempos de oscuridad que hemos estado viviendo, si miramos la tierra, veremos caos, preocupación. Quizás tu negocio se perdió, y pareciera que tu matrimonio se va a afectar y que tus hijos no tendrán futuro; pero si miras al cielo en medio de esta tormenta, te darás cuenta que las promesas de Dios están vigentes. La Estrella de la mañana sigue ahí, vigente, vivo, real, alumbrando hoy para que tú camines a puerto seguro.
