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La prueba del tiempo

Hay tres etapas de fe en nuestra vida como creyentes: La creencia, lo que crees en el momento; la confianza; y la fidelidad.  Tienes que llegar al punto de serle fiel a Dios.

17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”  Romanos 10:17

Esta fe es la que un día oíste la palabra de Dios, la recibiste, recibiste el Evangelio, se te habló y se te explicó la obra redentora, entendiste, y ese día esa fe que entró por el oír, tomó tu corazón y te hizo confesar a Jesucristo como Salvador, tomar la primera decisión.  Pero de ahí tienes que ir al próximo nivel.

Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.”  Romanos 4:3

Abraham pasa de tener una convicción por lo que oyó, a tener una confianza en lo que oyó.  A es confianza es que Pedro quería llevar a los creyentes, a tener esa confianza en su salvación.  Tú no debes dudar de tu salvación; no te permitas pensar que no eres salvo.  La gente duda de su salvación por los problemas, por las tentaciones; piensan que es demasiado difícil vivir la vida que Dios quiere que vivamos; pero dijo el apóstol que Dios te ha dado todo lo que tú necesitas para salir de la corrupción del mundo.  No hay hábito, no hay adicción que pueda con el poder de Dios sobre tu vida.  El día que tú lo crees firme y fiel, Dios te ha dado la capacidad para salir de todo eso.

Tu fe, aquella que recibiste por el oír, se convierte en una confianza, comienzas a caminar confiado para entonces ir al próximo nivel que es el de la fidelidad.  La meta no es hacer creyentes, sino fieles.  La meta no es que le entreguen su vida a Cristo, sino que permanezcan fieles hasta el final.  La meta es pasarlos de esa fe que les lleva a creer para salvación, a la fe que les lleva a permanecer, a esa fidelidad; es pasarles de creer a confiar.  Que confíen que por el poder de Dios pueden hacer, pueden alcanzar, que sus vidas pueden cambiar, que pueden vencer la vieja naturaleza.

Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”  1 Corintios 4:2 

La máxima expresión de tu salvación y de tu convicción de salvación es tu fidelidad a Dios; es cuando de una simple creencia pasas a ser fiel, a vivir una vida de fidelidad total a Dios.  Cuando tú le añades el amor fraternal, eso es lo que estás haciendo; estás madurando y transformando tu primera creencia en ese nuevo nivel de vida que te lleva a vivir en fidelidad.

23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”  Marcos 9:23

Los discípulos le llevan a Jesús a un joven endemoniado que ellos no pudieron liberar.  Aquel papá ansioso, deseoso de ver a su hijo sano, le lleva delante de Jesús.  Y Jesús le dice: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.  Esa es una fe que cree.  La fe que te salva y la que manifiesta en tu vida tu fidelidad a Dios, no es la fe de lo que creíste en el pasado, no es la creencia que tuviste en el ayer, sino la que permanece creyendo.  El hombre había ido ya donde los discípulos, había intentado todo; la fe que intentó en el pasado no es la que trae la sanidad hoy, sino la fe que cree de ahora en adelante.  La mujer de flujo de sangre tuvo fe para intentar doctores por años, trató de todo; pero esa fe que intentó en el pasado no fue la que le dio la sanidad, sino la que ella activó en el momento para creer hacia el futuro.  La fe que te hace madurar y crecer es la fe hacia el mañana, hacia lo que Dios tiene para ti.

Tú no puedes depender de la fe de tu pasado.  La pregunta no es si creíste, si has creído por tanto tiempo; la pregunta es si sigues creyendo hoy.  Lo que hace la diferencia no es el tiempo que lleves acumulando, sino que todavía sigas creyendo hoy.  ¿Todavía hoy tu fe sigue firme creyendo por lo que Dios tiene para ti?

Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”  1 Corintios 4:2 

Esa palabra hallado según el texto original, implica haber pasado la prueba del tiempo.  Nadie es hallado fiel de casualidad.  Para ser hallado fiel, tiene que haber pasado tiempo.  Es un descubrimiento que se consigue por observación; es tu demostración de fe a través y a pesar de las experiencias de la vida.  Pablo dice que si no eres hallado fiel no puedes alcanzar cosas más grandes.  El mismo Cristo dijo que no se pueden confiar en ti las grandes riquezas de Dios, si no sabes trabajar con las cosas normales y naturales.  El que tiene derecho a lo mucho, es aquel que ha sido hallado fiel en lo poco; pero no eres fiel en lo poco si no es demostrado a través del tiempo.  ¿Ha pasado tu fe la prueba del tiempo?  ¿Ha podido ver Dios que a pesar de lo que te ha pasado tú todavía sigues siendo fiel a lo que Él te prometió?  La gente no quiere pasar la prueba del tiempo.  Quieren que se tome de ellos las cosas por que sí.  Podemos creer que creíste, pero tienes que demostrar con el tiempo que tú eres fiel a lo que creíste.  Y no hay forma de que esa prueba no pase para realmente demostrar tu fidelidad.  Para las cosas de Dios, tienes que esperar el tiempo necesario.

Toda iglesia debe tener un programa de discipulado donde un nuevo convertido pueda entrar, un cuidado donde pueda crecer estudiando la Biblia.  Pero no perdamos de perspectiva que también muchos llegan a la iglesia no con el deseo genuino de cambiar sino de calmar su culpa por un momento.  La iglesia te puede dar el mejor programa de discipulado pero si no hay un deseo genuino en ti es como el que compra la subscripción al gimnasio pero nunca va.  Tienes que estar dispuesto a someterte al proceso, a invertir el tiempo.  La iglesia debe tener un mecanismo para que la persona madure, pero tiene que haber una verdadera disposición de parte del creyente, y esto se demuestra con el pasar del tiempo.  Pero queremos que se nos confíen grandes cosas, sin ser nosotros hallados fieles.

Uno de los problemas en nuestras iglesias hoy es que celebramos más talento que carácter.  Cualquiera puede tener talento, la pregunta es por cuánto tiempo lo puedes sostener, por cuánto tiempo puedes dar testimonio.  Tenemos que aprender a darle peso al carácter por la fidelidad demostrada a lo largo del tiempo; eso es lo que te da autoridad en las cosas de Dios.  Hay que tener el balance de dar oportunidad a nuevos talentos, pero hay que dar el tiempo para que se pruebe la fidelidad.

Siempre leemos los comentarios de cada mensaje. Es un verdadero gozo y un privilegio que Dios nos permita bendecir tantas vidas, aún a la distancia. Compártenos siempre cómo esta palabra ha bendecido tu vida.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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