Politica

El fin de Evo

La historia de Bolivia ha tenido muchas turbulencia. Un dominio español, perdido a medio camino entre el altiplano y el amazonas, que luego se independiza y es “administrado” por personajes de toda laya, desde intelectuales hasta analfabetos y bestias sedientas de sangre, como casi toda Hispanoamérica.

La élite dominante siempre marginó a los pueblos originarios, impidiendo que pudieran educarse e integrarse a la sociedad. Ello hizo posible el surgimiento del liderazgo de Evo Morales, descendiente de indios que por años se dedicó al sindicalismo cocalero en su país.

Tras la salida de poder del ex general Hugo Banzer, Bolivia entra en un período de inestabilidad, y entonces Evo, apoyado por indios, cocaleros y socialistas en el 2005 gana las elecciones. Por los últimos 14 años, Evo y su partido dominaron las elecciones, pero, como decía Napoleón, el poder absoluto corrompe absolutamente.

Ya no podía reelegirse en virtud a la constitución que hizo, entonces somete un referendo. Lo pierde. La Suprema Corte de Justicia de Bolivia dice que el no permitir la re re re elección de Evo es una discriminación, por lo que le permite postularse nueva vez. En estas elecciones, donde Evo quería empatar y superar al legendario Andrés de Santa Cruz (Presidente de la Confederación Peruana Boliviana) en cantidad de años de gobierno, pero ocurren hechos impensados.

Primero, la oposición estaba fortalecida y pudo unificarse bajo la candidatura del ex presidente Carlos Mesa, Segundo, hubo una fiscalización internacional fuerte al proceso electoral. Otra fue que el Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, sobreestimó sus apoyos electorales.

El día de las elecciones se presenta con una calma relativa, la cual fue desgarrándose al avanzar el conteo electrónico. Según la Constitución Boliviana, usted gana las elecciones si llega al 45% o 40% y una diferencia con el segundo de 10%. Al contabilizarse el 85% de los votos, la diferencia entre Evo y Mesa era de aproximadamente 7% a favor de Evo, pero, de un momento a otro, se produce un apagón de 20 horas. Al retomar el escrutinio, Evo aparece en casi un 11% de diferencia, lo que era matemáticamente imposible.

Muchos bolivianos se lanzaron a la calle, recibiendo apoyos inesperados en los cuerpos castrenses y en la Policía, por lo que hoy 10 de noviembre de 2019, Evo Morales, tuvo que renunciar. Denunció un golpe de estado político, social y militar y dijo que no le perdonaban ser indio.

Todo ello son medias verdades. La realidad es que las irregularidades fueron tan evidentes, que el mismo Evo pidió que se volvieran a hacer las elecciones, ya que esos resultados no se justificaban de ninguna manera.

Fuente:
Dr. Nestor Saviñon

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba