(2Corintios 5:21b) para que en Él se nos contara a nosotros como justos delante de Elohim.
Poderoso es que logres entender por el Espíritu Santo, la obra redentora de Yahshua y la vestidura nueva que te puso al comprarte a precio de Su Sangre.
Una parte importantísima de esa vestidura es la coraza de justicia. Te vistió con ella para que nunca más, a partir de recibirle, anduvieras en vergüenza y mucho menos trajeras a memoria los pecados, faltas y fracasos del pasado.
Te hizo ser Su justicia, para que nunca más el enemigo te acusara ni te robara el beneficio de la herencia conquistada por Él para ti.
Tu aeróbico es nunca más caer en el error de vestirte con los harapos y la desnudez que causó el pecado en tu pasado, sino, con esa coraza de justicia puesta, defiendas la redención tan grande que te pertenece.
Yehshua te limpió una vez y para siempre; un sacrificio una vez y para siempre, para hacerte ser la JUSTICIA DE DIOS, en ÉL.
