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Tus Ideas, tus Acciones y tus Consecuencia

Tus ideas y tus acciones tienen consecuencias.  Parece obvio, pero en el tiempo que vivimos, hay quienes no lo entienden, aún en la misma iglesia.  Y uno de los problemas de esto es que entonces le echan la culpa a los demás de sus situaciones y circunstancias, y hasta que tú no tomes responsabilidad sobre tus ideas y acciones, tus consecuencias, tu ambiente, tu atmósfera no van a cambiar, y siempre estarás sujeto a todo lo que está pasando a tu alrededor.

Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil. Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.”  Jueces 7:3-7

A veces, no nos damos cuenta que pequeñas acciones e ideas que parecen insignificantes, tienen grandes impactos en nuestra vida, incluyendo en el área económica, financiera.  Hay países viviendo periodos extensos de crisis financiera; pero aún dentro de esos sistemas, los pequeños hábitos de cada individuo tienen un gran impacto en cómo tú pasas esos periodos.  Son esas pequeñas decisiones las que te abren o te cierran oportunidades.  Es interesante que, cuando Dios fue a escoger un ejército, lo que fue determinante en su decisión fue cómo tomaron agua.  El mundo pone unos requisitos para ciertas cosas, pero cuando Dios va a escoger un ejército, no mira por lo físico; le dice a Gedeón: Llévalos a tomar agua, y obsérvalos; el que tome el agua como un perro, como animal, descártalo; el que tome de otra manera, ponlo aparte.  Y solo trescientos hicieron lo que tenían que hacer, porque siempre son pocos los que toman las acciones correctas, pero que tienen grandes consecuencias.

Y ha habido momentos en que te han puesto frente al agua y te has comportado inapropiadamente, y tú piensas que no deben tomarlo en cuenta, pero eso te descartó.  Tú tienes que tener cuidado hasta cómo te expresas en tus redes sociales, por ejemplo.  Solo trescientos hicieron lo correcto; el resto fue descalificado.  Podían tener la estatura y saber pelear, tener todas las capacidades, pero tan pronto les pusieron frente al agua, no se supieron comportar, y ese detalle les descartó.

Si esto pasara en nuestra sociedad, reclamaríamos que es injusto; y hoy nadie quiere ser responsable de sus acciones, así que ni cuenta nos damos.  Pero eso fue lo que pasó: Unos se arrodillaron y otros llevaron el agua a su cabeza; en vez de bajarse de nivel, subieron el agua al suyo.  El que llevó el agua a su boca, estaba siempre en una posición de alerta; los demás, olvidaron que eran un ejército.  El agua es necesaria, tenían sed, pero no puedes comportarte como animal, tienes que mantenerte alerta.  No puedes justificar una acción incorrecta y después preguntarte por qué te descartan.

Son las pequeñas ideas que tienes, las pequeñas acciones que tomas, que parecen insignificantes, las que tienen grandes consecuencias en tu vida.  ¿Cuándo aceptarás tu responsabilidad por cada decisión, por cada acción en tu vida?  Piensa en qué desperdicias tu dinero.  De igual manera, puede que alguna vez te hayan despedido injustamente, pero puede que en alguna otra ocasión, haya sido justamente.  Piensas que deberían darte otra oportunidad, pero no estás consciente de todas las que ya te dieron.

Aunque pienses que son insignificantes, tus ideas y tus acciones tienen consecuencias.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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