La promesa de Dios para José purificó su carácter, hasta que llegó el momento de que sus sueños se hicieron realidad. Salmos 105:19 TPT
Es fascinante ver que todas las cosas malas que le sucedieron a José antes de ver el cumplimiento de lo que Dios habló sobre su vida lo catapultaron a nuevos niveles de fe y autoridad. En otras palabras, «Nunca perdió su propósito y destino», aunque por un momento pareciera que lo perdió todo.
Leí esta escritura y escuché al Señor decir: «Muchos de ustedes no son la persona mala que creen que son, pero lo que les está pasando es que, tuvieron un sueño y comenzaron a hablar y los que los rodeaban comenzaron a ponerse celosos y a tratar de evitar que cumplieran su sueño. Mientras pasan por esta prueba, han estado trabajando con un peso mayor de gloria en ustedes, para llevarlos a la plenitud de su destino y llamado. Yo he estado perfeccionando lo que les concierne. Yo comencé la obra en ustedes y la completaré hasta el día en que los lleve a su máximo potencial”
Génesis 37:5 Y José tuvo un sueño y cuando lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más.
“Yo lo escuché decir: «Presionen a hijos Míos, porque YO SOY un Buen Padre que quiere verlos tener éxito y que quiere que los sueños que puse en ustedes se cumplan. Yo los he estado trayendo a través de una temporada de purificación, mientras sus sueños han sido probados y purificados. ¿No les he dicho que Yo soy el que poda las ramas para que produzcan un mayor servicio? ¡Esto nunca fue sobre si me pertenecían o no! Son Míos y los amo con amor eterno, pero se trata de lo que Yo estaba preparando para su futuro”.
“Siempre supe que estarían en un lugar para salvar la vida de sus hermanos y hermanas en los días venideros. Ahora es el momento para que ustedes salgan de esa prisión en la que han estado y sean promovidos, porque YO SOY está a punto de llevarlos a una nueva plataforma. Sacúdanse el polvo del dolor que han soportado. Sanen su corazón y los moretones en su mente y corazón, porque Yo los sanaré de la traición”.
“¡Levántense y sean los reyes y sacerdotes que Yo formé a través del sufrimiento que han vivido y soportado! No, no lo hicieron todo perfectamente, ¡PERO SE LEVANTARON! Yo vi sus lágrimas, los años y el dolor que soportaron, pero siguieron adelante y ahora es tiempo de gobernar y reinar en los asuntos de Mi Reino, ¡PORQUE SON LOS HIJOS E HIJAS DE UN REY! Yo estoy empleándolos hoy y comisionándolos para un mayor servicio en Mi Reino. ¡SÍ, ES TIEMPO DE LEVANTARSE Y BRILLAR! (Jo Ellen Stevens)
Génesis 45:8-11 Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios; y Él me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. Daos prisa y subid adonde mi padre, y decidle: “Así dice tu hijo José: Dios me ha hecho señor de todo Egipto; ven a mí, no te demores. Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes. Allí proveeré también para ti, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no pases hambre tú, tu casa y todo lo que tienes”.
Génesis 50:17-21 Así diréis a José: “Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos y su pecado, porque ellos te trataron mal.” Y ahora, te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró cuando le hablaron. Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: He aquí, somos tus siervos. Pero José les dijo: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. Ahora pues, no temáis; yo proveeré para vosotros y para vuestros hijos. Y los consoló y les habló cariñosamente.
Con amor y oraciones,
