-El que ama al mundo no tiene al Espíritu Santo-
Y no contristéis al Espíritu Santo con el cual fuisteis sellado para el día de la redención. Efesios 4:30
El hecho de que el Espíritu Santo pueda ser contristado es una prueba indubitable de que Él es una persona y no una mera fuerza. Aquí en este texto de efesios 4:17-32 se señalan los pecados que a diario cometen los creyentes carnales que aman al mundo, entre los cuales están el enojo, la gritería, la ira, la maledicencia y todo tipo de orgullo y malicia.
La carnalidad y el amor al mundo de muchos creyentes contrista a la persona del Espíritu Santo.
También El se contrista cuando un creyente habla de mal de otro creyente por la espalda ya que este hecho denota una falta de amor y mucho más cuando en este acto mundano el creyente se une a un impío para criticar a un redimido por la sangre de Cristo.
Dura cosa es caer en las manos de un Dios vivo. Mis amados hermanos no contristéis al Espíritu Santo ya que hemos sido sellados lo que significa que somos de su exclusiva propiedad y Él nos anhela celosamente.
