“Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios.” Salmo 14:2 (RV60)
Otra versión dice que observa a los hombres para ver si hay alguien realmente sabio, que busque Su rostro. La sabiduría está, pues, relacionada con el tipo de relación que tenemos con Dios. En la medida que busquemos Su rostro, seremos sabios. ¿Hemos pedido sabiduría? Eso está bien, pues la Palabra lo dice, pero también es necesario buscar el rostro de Dios para impregnarnos de ella. En este salmo vemos el contraste entre el necio y el sabio, la diferencia entre uno y otro es que el primero niega a Dios (v.1), y el segundo busca Su rostro. ¿Queremos ser sabios? Entonces, busquemos Su rostro. Dios anhela intimidad con Sus hijos y bendecirlos… Algunas de las bendiciones que recibimos al buscar Su rostro son:
Lo hallaremos (Deuteronomio 4:29). 2.- Gozo y satisfacción (Salmo 105:3). 3.- Viviremos para siempre (Salmo 22:6; Salmo 69:32; Amós 5:4-6). 4.- Nuestras necesidades serán saciadas (Salmo 34:10). 5.- Experimentaremos la bondad de Dios (Lamentaciones 3:25).
Es increíble que además de tener el beneficio de hallar Su presencia y deleitarnos en ella, ¡Dios nos da mucho más! ¡Demos gracias a Dios por Su bondad!
Oración
Señor, quiero buscarte cada día y deleitarme en Tu maravillosa presencia, quiero hallarte e impregnarme de Tu sabiduría, para poder caminar en rectitud y justicia delante de Ti, para agradarte y alabarte con cada decisión que tome, en el Nombre de Jesús. ¡Amén!
Fuente: MinisterioElim
