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Proclamando las Maravillas del Dios Altísimo: Testimonio de Nabucodonosor sobre las Señales Divinas

DANIEL 4:1-3 Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. 2 Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. 3 ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación.

Tal como lo declaró hace miles de años el rey Nabucodonosor, nuestro Dios hace GRANDES SEÑALES, MILAGROS Y MARAVILLAS.

Y seguramente cada uno de nosotros este año queremos que las maravillas del Señor, sus milagros, se manifiesten poderosamente en nuestra vida y en nuestra familia.

Por lo tanto, es importante que cada uno de nosotros podamos comprender, que tengamos bien claro CUANDO SUCEDEN LOS MILAGROS:

I) LOS MILAGROS SUCEDEN CUANDO PODEMOS CREER SIN DUDAR
(Marcos 11:23) Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

Tenemos que tener bien claro en nuestro corazón que el principal enemigo de un milagro en nuestra vida es la falta de fe y la duda que hay en nuestro corazón (Mateo 13:58) Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.

Si de verdad queremos ver las maravillas de Dios en nuestra vida, procuremos de todo corazón agradarle por medio de nuestra fe, confiando en él, confiando en su poder, porque sin fe es IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS (Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

II) LOS MILAGROS SUCEDEN CUANDO BUSCAMOS AL SEÑOR
(Mateo 9:27-29) Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.

En todos los evangelios podemos ver que los que recibieron milagros en sus vidas lo primero que hicieron fue buscar al Señor, venir a él con fe, ciegos, leprosos, paralíticos, vinieron a Jesús o fueron llevados delante de él y recibieron sus milagros.

Lastimosamente muchos cristianos quieren milagros, pero no quieren buscar al Señor, no lo buscan en oración y tampoco vienen a la casa de Dios a congregarse.

Si queremos que sucedan milagros y maravillas en nuestra vida BUSQUEMOS AL SEÑOR Y SUS OBRAS (Salmos 111:2) Grandes son las obras de Jehová, Buscadas de todos los que las quieren.

III) LOS MILAGROS SUCEDEN CUANDO LE OBEDECEMOS CON FE
(2 REYES 5:9-14) Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaura, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavaré en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.

Muchos cristianos quieren milagros, pero sin someterse a la voluntad de Dios, quieren milagros esperando que Dios “obedezca” su voz, sin buscarlo, sin arrepentimiento, sin volver de sus malos caminos, sin tener la verdadera intención de limpiar sus corazones de todo aquello que no agrada a Dios.

Son cristianos como Naamán, que quería un milagro sin tener que obedecer la voluntad de Dios, pero podemos ver que cuando Naamán se humilló y obedeció entonces pudo experimentar verdaderamente en su vida el milagro del Señor. ¿Quieres un milagro en tu vida? ¡OBEDECE LO QUE TU SABES QUE EL SEÑOR QUIERE DE TI!

CONCLUSIÓN: Los milagros siguen sucediendo, aún estamos en el tiempo de los milagros, pues nuestro Dios sigue siendo el mismo, su poder no cambia, sus maravillas siguen estando disponibles para todos aquellos que le creen, que le buscan y que le obedecen (Hebreos 13:8) Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglo.

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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