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Pedro Julio Fernández, misionero latino en Canadá: A pesar de las medidas tomadas, hay preocupación por incremento de pacientes en UCI y ventiladores

Para el dominicano Pedro Julio Fernández, con 25 años de labor misionera y  pastoral  entre el pueblo latino en  Ontario,  Canadá,  las acciones llevadas a cabo  por esa nación en América del Norte, las alarmas de la preocupación no  dejan de sonar con las unidades de cuidados intensivos sobrecargadas de pacientes, que constituyen un uso histórico de UCI,  ventiladores, y como es natural, el COVID 19 ha tocado las puertas de las iglesias,  alterando el ritmo personal y colectivo de sus miembros.

Aunque considera  favorables las disposiciones para frenar la enfermedad, en la práctica no han detenido el avance del  virus. Las mascarillas, el aseo de las manos, la toma de temperatura y el llenado de un formulario en la entrada de la iglesia donde realiza su labor pastoral, no son ningún problema. El asunto, a su parecer, radica en que lo que más afecta en el aspecto emocional, es la distancia física entre miembros, al sentarse a 6 pies de distancia para los que no pertenecen a una misma familia, lo que dificulta que los mismos no puedan interactuar normalmente.

Para Pedro Julio, quien vivió y comenzó su ministerio en República Dominicana, se hizo ingeniero en tecnología de alimentos en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y licenciado en teología en la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), el problema mayor generado por la pandemia ha sido el cierre de las escuelas, gimnasios, restaurantes, campos deportivos y los lugares de cultos en un 100 por ciento.

“En la provincia de Ontario, que es la más poblada del país con cerca de 15 millones de habitantes, tuvimos nuestro último culto presencial a toda capacidad el domingo 8 de marzo 2020. Luego vinieron los cierres parciales con el permiso del 30% de la capacidad del local hasta el cierre total con el permiso de 10 personas para pasar el servicio en línea”. Añadió.

El pastor Pedro Julio Fernández, quien fue miembro por más de 20 años de la Iglesia de Dios en Cristo la “Senda”, y miembro fundador del Instituto Bíblico y el Centro de Preparación de Obreros, el COVID 19, ha cambiado radicalmente todos los programas y cultos de la iglesia, ahora son en línea por las plataformas digitales.

De acuerdo con el también  académico y consejero, los programas de niños y actividades sociales dentro de los locales fueron cancelados por el gobierno, lo que nos impulsó   a  innovar y colocarlos en plataformas digitales. “Todavía permitan una apertura parcial, los servicios no deben pasar de 70 minutos y las clases de niños y escuelas bíblicas suspendidas”. Añade con cierta preocupación.

El futuro de la iglesia y la post-pandemia
“Ya no será como antes. El covid19 será un hito que marcará un antes y un después. Nos quedaremos con la transmisión en línea de los servicios semanales al tiempo que lo hacemos presencial”. Ante esta realidad el pastor Fernández habla de la necesidad de hacer ajustes en los programas de la iglesia, como son el de los adultos mayores y el de los niños; seguir implementando las medidas de seguridad con la obtención de informaciones de salud de los asistentes a los servicios, ya que los tiempos son muy inciertos, y moverse de acuerdo a las circunstancias.

Nostalgia, creyentes con 14 meses sin visitar la iglesia;  actividades recreativas nulas
El pastor de la Iglesia Emmanuel, en Toronto, es de opinión que además de que la pandemia ha afectado la vida física y emocional de los creyentes.  “Aquí hay un problema grande de salud mental que se manifiesta en una gran parte de la población”.

En este aspecto, considera que estadísticamente algunos de los creyentes son afectados, y esto se pone de manifiesto en el hecho de feligreses que tienen más de 14 meses no se les ha visto la cara en los cultos, ni por las redes sociales.

Expresa con cierta nostalgia el hecho de llevar dos períodos seguidos sin retiros de hombres, mujeres, jóvenes, parejas, picnic familiar, escuela bíblica de verano, feria de la salud, evangelismo de contacto, y otras variantes, produciendo desajustes en los creyentes, ya que la falta física de la reunión los ha desorientado de manera total.

“Esta pandemia servirá para probar la consistencia espiritual de los creyentes por todas las limitaciones,  por la abundancia de mensajes baratos y  sin calidad espiritual a los que se exponen en las redes sociales”. Considera.

Ficha personal del pastor Pedro Julio Fernández
Pedro Julio Fernández, es un pastor con más de 25 años tanto en República Dominicana y en Canadá donde actualmente vive con su esposa Belkis Amaro, sus 3 hijos casados y 5 nietos que trabajan activamente en la congregación donde funge como pastor.   En el país fue miembro de la Iglesia de Dios en Cristo “La Senda” del Ensanche Luperón en la capital, desarrollando ministerios juveniles, educativos y evangelísticos por 40 años.

Desde 1996 trabaja junto a su esposa Belkis Amaro entre los hispanos en la ciudad de Toronto, en la iglesia EMANUEL, en la Iglesia del Nazareno; su permanencia en la denominación le ha permitido obtener grados académicos a nivel doctoral y ejercer con más precisión el ministerio de la enseñanza y formación de líderes, para aperturar nuevas iglesias con enfoque en jóvenes, ancianos y mujeres.

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