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El Ocaso…

Ya esta aqui. No sé cuando llegó. No me avisó…
Lo vi en mis manos gastadas por el tiempo. Mi caminar ya no tan recto.
El espejo no miente, por bondad o por crueldad pero te dice la verdad.

No gano nada con negarlo o con pensar que es algo futuro. Ya esta aqui fiel a su cita con la vida. Asi es. El ocaso me ha echado el brazo para caminar conmigo la ultima distancia. Me mira, me sonrie como diciendo, «no te preocupes». Estaré contigo hasta el final.

Cierro los ojos y todavia recuerdo la lozania de mi juventud. Me siento aun joven en la mente pero atrapado en un cuerpo golpeado por los años de mucho sol pero tambien de muchas tormentas. ¡A que horas pasaron los años!.

Me doy cuenta que sin querer empiezo a cerrar siclos. Como preparando las maletas y poniendo todo en orden antes de un largo viaje del cual jamas regresaré. Perdono, olvido. Reflexiono y saco cuentas. Es el instinto del alma que no quiere deudas con la vida.

Todavia siento fuerzas, aunque ya no las mismas. El ocaso rie conmigo pues sabe que aun tengo ganas pero ya no puedo hacer lo que antes hacia. Me uno a aquellos que por muchos años mire a mi alrededor y de los cuales nunca pensé ser parte. A aquellos que al igual que yo fueron jovenes pero que ahora tambien caminan abrazados del ocaso de sus vidas.

El ocaso es la ultima puesta del sol. El principio de tu ultimo invierno. El marchitar de la ultima flor. La ultima corrida tras la pelota antes de que te quedes sin aire. El ocaso es cuando comenzamos a hablar mas de lo que fue y menos de lo que será. Cuando el pelo se llena de nieve y te tardas mas mirandote en el espejo.

En el ocaso meditamos mucho. Nos arrepentimos de lo malo sabiendo que no podemos regresar el tiempo y cambiar muchas de nuestras decisiones. Nos volvemos mas fragiles y sentimentales. Nacimos niños y de cierta manera volvemos a nuestra infancia solo que ahora con un cuerpo que pide descanso en lugar de actividad.

El ocaso es la preparacion para el ultimo viaje, el ultimo adios, el ultimo beso. la ultima sonrisa, la ultima regañada, la ultima comida del platillo favorito. Es la campana que suena llamando a los pasajeros. ¡Cuantas campanas de esas oí durante mi vida!. Eran para que otros se subieran al tren. Pero ahora la campana toca para mi.

El ocaso es la recta final, la ultima curva antes de llegar. Es el destino que nadie puede evitar. Hoy me toca a mi darle la bienvenida al ocaso de mi vida. ¿Viví bien?, ¿Viví mal?… Solo el Creador lo sabe. Lo que si sé es que tratare de vivir mis ultimos momentos de la mejor manera posible. Con dignidad hasta el final. Apreciando los detalles. Pausando para sonreir. Abrazando mas, acariciando mas, perdonando todo y olvidando las penas.

De muchas maneras el ocaso es tambien una etapa hermosa. La experiencia de la vida nos ha enseñado a reconocer lo que en realidad vale y a apreciar lo mejor en los detalles mas pequeños. Hacemos las cosas con mas lentitud pero las disfrutamos mas. Los jovenes sin ocaso viven muy de prisa.

Y aunque la nostalgia invade el alma hay una gran verdad y es que el ocaso de esta vida es el amanecer de la nueva. Sera un adios por un breve momento. El sol se oculta pero sigue brillando mas alla de nuestra vista. Esa es la vida que nos espera. Mi cuerpo dice adios, pero mi alma dice ¡Hola!.

Asi que viviré mi ocaso de la mejor manera posible. Comeré mas de mi helado favorito. Haré bailes locos con mis hijos hasta que se mueran de risa. Le robaré un beso a mi esposa mientras en la mano escondo una rosa. Y en otras le besare la frente para bendecirla por todos sus cuidados. Disfrutaré los parques y las celebraciones. Abrazare mas fuerte a los amigos.

Saldré a jugar bajo la lluvia como cuando era niño. Me llenaré los pulmones del olor a tierra mojada. Hare lo posible por visitar otras tierras y tomarme un cafe con viejos amigos. Me enojaré menos y reiré mas ¡hasta que broten las carcajadas!. ¡Todavio puedo pegarle a la pelota y meter gol! Aunque sea uno mas…

¡Vamos ocaso mio! ¡Abrazame que yo tambien te abrazaré! No queria que llegaras pero siempre supe que el conocerte seria inevitable. Vamos ocaso, has tu trabajo. Dale muerte lenta a todo lo terrenal en mi para que pueda ser liberado lo eterno dentro de mi.

Dolerá por un breve momento. Lloraré. Llorarán. Sera por breve tiempo. No un adios, sino un hasta luego. No quiero que se lamenten por mi. Quiero que celebren mi vida por lo que fui… por lo que hice. Por cuando pude ayudar a alguien y di un buen consejo. ¿Mis defectos?, ¿Mis errores?
Hallen en su buen corazon perdonarme.

Y ahora dejo de escribir porque el ocaso me llama. Me dice, ¡Vamos! ¡Hay muchas cosas que hacer!, ¡Disfruta tu ultima etapa! Si, soy el ocaso de tu vida pero todavia no se acaba. ¡Anda!… ¡Es el ultimo acto! ¡Sal a escena! ¡Será tu mejor momento! ¡Tu despedida triunfal! Cuando el telon terrenal se cierre, se abrira para ti, el telon celestial.

 

Fuente:
Pastor Jorge Castillo | Ministerio Fuente de Gracia, Estados Unidos

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