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El Cristo

Marcos 8:27-30 “Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.

Este estudio nos enseñará de una manera sencilla y clara que Jesús es el Cristo, nuestro salvador, nuestro Redentor.

¿Cómo podemos saber quién era Jesús?

La pregunta de Jesús V. 27

¿Jesús, el Cristo, el Mesías donde estaba Jesús y sus discípulos cuando se da esta historia?

Como siempre el Señor andaba por los caminos de las aldeas de Cesarea. Jesús es un ejemplo de incansable evangelista, maestro y pastor. El nos enseña que no debemos permanecer quietos en un mismo lugar, que tenemos que ir y llevar el evangelio a toda criatura. Nos lo demanda en la “Gran Comisión”

¿Por qué les pregunta Jesús: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?

Jesús quiere conocer el corazón de sus seguidores, Él quiere saber si nosotros, al igual que sus discípulos estamos seguros de quien seguimos.

¿Qué es lo que Jesús quería enseñar a sus discípulos?

El quería mostrarles a sus discípulos, al igual que nosotros que debemos de estar seguros de lo que estamos haciendo. 

¿Que quería Jesús saber de sus discípulos?

Que tan grande era su fe, de si habían creído de verdad en que Él era el Mesías prometido.

La respuesta de los discípulos V. 28

Ellos dudaron

Como siempre hubo duda, al igual que puede pasar ahora en nuestro tiempo.

¿Por qué dudaron?

Porque no habían entendido las señales que Jesús había hecho.

¿Por qué no estaban seguros?

Por su incredulidad

¿Qué dice la gente en este tiempo?

Lo mismo, siempre andan dudando en sus corazones, lo dice su Palabra.

¿Podemos dudar nosotros en este tiempo también?

No, en nuestro tiempo ya no debemos de dudar porque toda su Palabra ya ha sido revelada. Aunque todavía hay mucha gente que duda, no se debe a falta de pruebas, sino mas bien a la dureza de sus corazones. 

Jesús los confronta de nuevo pero con más fuerza V. 29

¿Y que dice Pedro?

Tú eres el Cristo.

¿Por qué Pedro fue el único que se atrevió a contestar con seguridad?

Por una bella revelación del Espíritu Santo. 

¿Podemos nosotros estar seguros de tal confesión?

Porque hoy ya es historia, Jesús murió, fue sepultado, resucitó y ascendió al cielo ante la mirada de muchos. Hay pruebas de este hecho en las sagradas Escrituras.

¿Cómo tenemos nosotros que testificar a la gente?

Además podemos testificar todos los que lo hemos recibido de Cristo como nuestro Señor de nuestras vidas, por nuestras vidas cambiadas, por los milagros que Él ha hecho con todos nosotros. Así como Pedro le da la deidad a Cristo, nosotros debemos y podemos hacer lo mismo.

¿Por qué Jesús les mando que no se lo dijeran a nadie? V. 30

¿Por qué les dio esta orden?

Porque no había llegado el tiempo de propagar el evangelio, Jesús todavía está enseñando a sus discípulos las verdades del reino, además no se había cumplido su muerte y resurrección y ascensión al cielo. Además decir a las masas que Jesús era el Mesías hubiera provocado una inquietud política; sin embargo, la cruz era necesaria para cumplir el plan que Dios tenía para redimir a la humanidad.

¿Cuál era su propósito?

Su propósito era cuestión de tiempo, además la gente no les iba a creer, Jesús lo sabía, pues aún después de todos los milagros que hizo, aún en sus discípulos había duda.

¿Se cumplió el plan de Jesús?

Si se cumplió y se sigue cumpliendo.

Conclusión: Jesús tiene una forma perfecta de encararnos para darnos una lección. Simplemente tenemos que leer las Escrituras y profundizar en su mensaje porque en toda ella encontraremos el plan de redención de Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. En este estudio Jesús de forma magistral nos enseña que el es el Cristo, el Mesías que había de venir a salvar a la humanidad del pecado. Si usted se encuentra en este lugar y todavía no lo hecho el Señor de su vida hoy es el momento que lo reciba para poder tener derecho a la vida eterna. El vino a la tierra para salvar lo que se había perdido.

Sermón Kerigmático.

Fuente:
Pastor José Alberto Vega

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