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Crianza Respetuosa, El Arte de no corregir a tus hijos

NINGÚN ser humano jamás llega al punto de NO NECESITAR DISCIPLINA. La disciplina nos entrena para actuar de la manera correcta y más provechosa. A medida que nos enfrentamos a la vida, constantemente nos topamos con diversas situaciones, algunas de ellas nuevas para nosotros y el querer practicarlas nos hace caer en pecado que es necesario corregir.

Si esto pasa con los adultos, un niño necesita mucha más disciplina. Toda experiencia les parece nueva. Además, por herencia de padres imperfectos, “El corazón del muchacho esta lleno de necedad, pero la disciplina física la alejará de el _ PROVERBIOS 22:15 NTV

Por esa razón Dios habla a los padres sobre la gran importancia de enseñar a sus hijos a respetar las leyes, mantenerse moralmente limpios y amar a Dios. Si ellos no aprenden estos principios por la enseñanza que los padres les comunican verbalmente, sino que son desobedientes e ingobernables, entonces debe aplicarse alguna forma de disciplina y cuando no lo hacen los padres lo hacen los corruptos de pensamiento y perversos padre de la calle.

¿Qué es la disciplina?
Son reglas de comportamiento para mantener el orden y la sujeción entre los miembros de un cuerpo_ Es pues la disciplina sinónimo de corrección, azote y reprensión.

¿Por qué somos disciplinados por Dios?
HEBREOS 12:1-11
Por el pecado que cometemos y que nos impide lograr nuestro crecimiento espiritual.

¿Qué tipos de pecados podemos mencionar para ser disciplinados?

1. Falta de santidad
2. Falta de Fe
3. Raíces de amargura
4. Falta de misericordia
5. Inmoralidad sexual (David_ tomando la esposa de Urías)
6. Maldad (Menospreciar la herencia del Señor _ Esaú)
7. El rechazo a Dios (Saul)
8. La ingratitud (Olvidarse de Dios)
9. Falta de Respeto y Temor (los hijos de Aaron)
10. El darle la espalda al Señor (Abandonar a Dios_ Jonás)
11. La altivez (Pablo)
12. No corregir a los hijos (Eli _ sacerdote de Israel)

Nosotros tenemos padres físicos que nos disciplinaron y los respetamos, cuánto más respeto le debemos a Dios.

Nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron, nos castigaban hasta dejarnos marcados el cuerpo, con bofetadas, chancletazos, vara, lazo, cables eléctricos, leños y demás y aun así los amamos, ¿no deberíamos recibir la disciplina del Señor también con amor?

Dios no disciplina sino a sus hijos, tome en cuenta esto; a los que no corrige, a los que no exhorta, a los que no reprende, a los que no castiga ESTOS TALES NO SON SUS HIJOS, pues un padre natural no puede castigar a hijos ajenos.

DESARROLLO
Nuestro personaje de estudio el dia de hoy es, EL SACERDOTE ELÍ
1 SAMUEL CAP 1,2,3,4
Este hombre fue tomado por Dios para pasarlo por la vara de la disciplina por no a ver corregido y castigado a sus hijos. (1 SAM 2:23-25)

1. ¿Quién es Elí?
Un sacerdote de Israel que había perdido el favor del Señor y también la capacidad de recibir la revelación y el discernimiento de Dios.
1 SAMUEL 1:9,12-14

En sus mejores tiempos representó a toda la nación de Israel delante de Dios y es muy seguro que instruyera a sus hijos en las leyes del Señor pues más tarde ellos ejercerían con él, el sacerdocio.

Pero está claro que era débil, flojo, demasiado permisivo con sus hijos, y no administraba la disciplina que se necesitaba, lo cual resultó en que incurrieran en ofender y menospreciar a Dios y esto trajo desconsuelo sobre sí mismo.

Pero Elí fracasó completamente en cuanto a un asunto que era más importante aún… no demostró celo por la verdadera y limpia adoración de Dios cuando sus dos hijos se convirtieron en violadores de la ley de Dios.

Era un hombre anciano (1 SAM 2:2) de 98 años (1 SAM 4:15) y estaba quedando ciego (1 SAM 3:2)

2. ¿Quiénes eran sus hijos?
Dos hombres, sacerdotes que oficiaban junto a su padre, sus nombres son Ofni y Finees (1 SAM 1:3)
Eran unos perversos que NO tomaban en cuenta al Señor (1 SAM 2:12) lo que significa que no tenían una relacion personal con Dios y aun así se les permitía ministrar.

Cuando los hijos de Elí tomaban lo que no les pertenecía y antes del momento en que debían hacerlo, robaban a Dios Su ofrenda y engañaban a la gente. La forma de actuar de los hijos de Elí hizo que el pueblo menospreciara los sacrificios al Señor.

3. ¿Qué cosas hacían sus hijos?
Menospreciaban las ofrendas hechas al Señor, tomando primero ellos y dejando lo demás para El Señor y en toda ofrenda primero se ofrecía integra al Señor y después de quemarse la grasa de los animales esas porciones quedaban para alimento de los sacerdotes y su familia. (1 SAM 2:13-17)

Se acostaban con las mujeres que servían a la entrada del templo (1 SAM 2:22)

Blasfemaban contra el Señor (1 SAM 3:13)

Estos hijos de Eli, no tenían ningún conocimiento ni respeto por El Señor, cometían robos en las ofrendas al Señor, cometían inmoralidad Sexual, eran malcriados.

Elí les advierte que Dios les juzgaría por su delito contra el Espíritu, ya que el Tabernáculo y los ritos efectuados allí eran cosas sagradas.

Este principio aún está vigente: la Iglesia y sus prácticas de culto, evangelizadoras y
sociales son cosa sagrada; el aprovechamiento económico, sexual y de otro tipo, de los
ministros de Dios sobre la iglesia, es algo repudiable que queda al juicio de Dios.

4. ¿Cómo castigo, El Señor a Elí?
Así como el hombre natural castiga a sus hijos, nuestro Dios que es nuestro padre tiene todo el derecho de castigarnos a nosotros. DEUTERONOMIO 8:5

Eli es castigado por honrar a sus hijos antes que a Dios. (1 SAM 2:29)

Los destituyó como sacerdotes de su casa, les quitó el poder, ninguno de sus hijos llegaría a viejo por su palabra, todos morirían en edad viril o sea en la flor de su juventud.
(1 SAM 2:31-33)

Como señal de su promesa (La palabra del Señor en contra de Elí y su Familia) sus dos hijos morirían el mismo dia. (1 SAM 2:34)

Sus descendientes vivos pedirán limosna. (1 SAM 2:36)

Confirmación de la palabra del Señor:
Tus hijos han muerto. (1 SAM 4:17)
Elí cayó de espaldas, cayéndose de la silla donde descansaba y al impacto murió.
(1 SAM 4:18)

Dios CORRIGE al hombre por medio de su PALABRA, por medio de las CIRCUNSTANCIAS, por medio del CASTIGO. SALMOS 32:8-9 / ROMANOS 8:28 / HEBREOS 12:6 / SALMOS 94.12-13 /

CONCLUSIÓN
La falta de disciplina, produce personas insujetas a la autoridad, irresponsables, desorganizadas, impuntuales, malcriadas, impulsivas, irreverentes, desobedientes, abusivas, ambiciosos, dispuestos a hacer lo que sea para enriquecerse de la forma fácil, sin ninguna capacidad para poder lograr metas y todo este fracaso será responsabilidad directa y vergüenza para los padres.

Bendito es el hombre a quien Dios disciplina dijo JOB, pues no castiga Dios a alguien sino hay algún pecado que corregir después de la confesión y en ocasiones hace cosas muy dolorosas solo para quebrantarnos y hacernos confesar y todo esto lo hace porque nos ama y no quiere que vivamos siendo esclavos del pecado. (JOB 5:7 y JOB 22:4)

Ciertamente hay perdón para el pecador _ 1 CORINTIOS 2:5-11

El que confiesa su pecado y se aparta de él, será perdonado y hallará la paz del Señor.

El que es disciplinado esta solo, pues Dios lo ha dejado solo para experimentar las consecuencias de su pecado.

La disciplina da como fruto un verdadero arrepentimiento, pues esta tiene como propósito quebrantar el espíritu a tal punto que nuestra alma gima por la presencia del Señor, lógicamente esto solo pasará si somos verdaderos hijos de Dios.

Porque quien encubre su pecado, no prosperará, sino que vendrá su condición a ser de mal en peor / PROVERBIOS 28:13

Las escrituras aconsejan no juntarse con el pecador no CONFESO, dejarlo solo para que se avergüence porque sabe que ha pecado y se pavonea como si nada entre la iglesia del Señor e incluso tiene algunas veces el atrevimiento de ministrar un privilegio estando en su asqueroso pecado condenando con el a todos los que ministran juntamente con él, trayendo contaminación a la casa del Señor y haciendo que la presencia de Dios se aleje de su pueblo a consecuencia de un pecado encubierto. 2 TESALONICENSES 3:14

Dios nos disciplina para nuestro bien a fin de que participemos de su SANTIDAD.

Fuente:
Pastora Ingrid Quevedo

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