Educación

Wilfredo Mañón Rossi: Bandera de educación cristiana ondea el espíritu de la unidad

Siempre ha puesto a Dios en el centro de todo lo que hace. Es por eso que el tiempo del doctor Wilfredo Mañón Rossi como rector de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV) no pudo coincidir con algo mejor,   el mismo tiempo que el Señor permaneció ministeriando entre su pueblo.

Al pronunciar su discurso en el acto donde traspasó la rectoría de la Universidad Nacional Evangélica al Ingeniero Epifanio González, Mañón Rossi hizo énfasis en los logros alcanzados durante su gestión como rector de la academia durante el período 2015-2018.

“Coincidencialmente nosotros también cumplimos tres años de misión al frente de nuestra amada Universidad Nacional Evangélica. Con la gran diferencia de que Él acabó su tarea y nosotros dejamos muchas inconclusas”, precisó.

Sin embargo, destacó que muchos fueron los logros alcanzados, entre ellos el rescate del Modelo Pedagógico con que se iniciara la universidad hace 32 años, el fortalecimiento de la institucionalidad, la actualización del Departamento Administrativo, el incremento de la matrícula de profesores con maestrías y doctorados (unos 20 PhD comparado a 7 que teníamos en 2015).

También se fortaleció la imagen de la universidad hacia la sociedad, el prestigio de la institución se multiplicó con nuevas y relevantes investigaciones científicas, colocándose entre las primeras cuatro universidades en esa área).

Dijo que la UNEV se convirtió en la primera universidad del país (entre 49 instituciones de educación superior) en el renglón deportivo y se firmaron más de 50 convenios nacionales e internacionales durante su gestión.

“Lograr que se nos aprobara cinco nuevas carreras y maestrías que estuvieron estancadas por años por la burocracia del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, darle vida al Recinto de Villa Altagracia duplicando su estudiantado y aperturando una maestría, abriendo horizontes para obtener la acreditación internacional, liderando a las Universidades Evangélicas de América Latina, formando la Plataforma Universitaria de Universidades Protestantes Qonakuy con 15 instituciones de Educación Superior, están entre las metas alcanzadas durante la gestión de Mañón Rossi.

Además, se logró dar los primeros pasos para impregnar en cada profesor, cada estudiante, cada empleado de la universidad una Cosmovisión Bíblica a fin de dar respuesta a las necesidades de nuestro país “a la manera de Dios”.

Durante su discurso, el doctor Mañón Rossi dio las gracias al Dr. Porfirio López Nieto, Ejecutivo Principal de Data-Crédito, al que consideró como una verdadera “mano amiga”, al recordar que observó la plataforma de tecnología de la academia e inmediatamente dispuso la entrega de dos servidores de datos con capacidad para 40 co-procesadores cada uno y 24 terabites de espacio en disco, multiplicando por 10 la capacidad anterior. También suministró un equipo de Wi-Fi para los estudiantes en el recinto Miraflores y donó un laboratorio de computadora para la nueva carrera de Ciencias Computacionales.

“Otro motivo de agradecimiento especial la debemos al Dr. Diógenes Aybar, un verdadero ángel de apoyo institucional a la universidad. Nos dio las herramientas de la planificación estratégica que nos puso a pensar en que “Sí se puede”, que podemos soñar en tener una universidad de Clase Mundial. Esperamos nos siga asesorando desde la Vicerrectoría de Investigaciones Científicas.

Agradeció a la Ministra del Mescyt, la Dra. Alejandrina Germán, que tan deferentemente nos trató durante toda su gestión, al igual que sus vice-ministros: Rafael González y Plácido Gómez, dos estrellas de funcionarios. Sin temor a equivocarnos podría decir que con ellos tenemos a tres buenos amigos de la Universidad dominicana y de la UNEV en especial.

También a Ángel Hernández, presidente de la ADRU, y demás integrantes de la directiva donde me permitieron ser útil, y me sirvieron de apoyo en este último año de gestión. Igualmente, al Lic. Alberto Ramírez, presidente de la ADOU, quien como pasado presidente de la FEU, amigo y hermano, nos prodigó sabios consejos en situaciones apremiantes.

Mañón Rossi pidió al Todopoderoso que le dé a las nuevas autoridades luz para continuar las cosas que se estaban haciendo bien, sabiduría para discriminar las cosas que no convienen, y discernimiento para descubrir las que el enemigo de las almas mete sus cuernos.

“La tradición cristiana nos dejó del mismísimo Jesús la oración modelo en donde nos enseña a santificar su nombre, a hacer Su voluntad, no la de nuestros intereses, pedir por el día a día y sus afanes, a pedir perdón y a perdonar. Pido perdón a los que directa o indirectamente ofendí. Perdono a los que directamente me agraviaron. Y no nos dejes caer en tentación, líbranos del mal y de los malos”.

“Hace poco le oí al nuevo rector citar, como buen agrónomo, una máxima del Apóstol Pablo: “Yo sembré, Apolos regó, pero el crecimiento lo da Dios”. Hemos sembrado, espero que nuestros sucesores rieguen, dejando el crecimiento físico, académico y espiritual a nuestro Dios. Y que, siguiendo con otra ilustración agrícola, nunca olvidemos, sobre todo a los especialistas en “malas artes”: “Que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Agradeció al equipo que lo acompañó en la “siembra” en este trienio, decanos, directivos de departamentos y recintos, coordinadores, empleados, profesores, asistentes y asesores. Sin ellos nada de lo logrado hubiera sido posible. Un abrazo sanador.

“Pero sobre todo, agradezco al Altísimo por darme la oportunidad de servir desde esta trinchera. A Él sea la Gloria por los siglos de los siglos. Amén”.

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