Para entender lo que es la intercesión, tomemos por ejemplo un auto. El poder de Dios es el motor. El amor de Dios es el combustible (la gasolina) que hace funcionar el motor. La intercesión es la llave de contacto; ese objeto al parecer tan insignificante, del que depende el resultado. ¿Quién tiene esa llave? Nosotros, la iglesia de Jesucristo. Eso fue lo que Dios estableció.
¿Qué tiene que ver la oración con la unción?
Unción es el poder del Espíritu Santo operando en la vida del creyente. Podemos orar bajo una unción que pudre el yugo o podemos orar y que no pase nada – de una forma inoperante. Orar bajo la unción que pudre el yugo, es orar a la manera de Dios. Cuando oramos a la manera de Dios podemos estar seguros que siempre habrá resultados, aunque no los veamos.
¿Qué es orar a la manera de Dios?
El intercesor que ora a la manera de Dios, es leal y fiel a Dios y a Su palabra.
Permítame ponerle el ejemplo de Jueces Cap. 7 – Gedeón y su Ejército. Dios comenzó a ver miedo en los corazones de muchos hombres y le dijo a Gedeón “A todos los que estén temblando de miedo (22 mil) mándalos a sus hogares” – Luego, dice Dios: “los 10,000 que quedaron, los vas a llevar al río. Los que se arrodillen a tomar agua los envías a sus casas. Pero, los que laman el agua, como los perros, llevándola de sus manos a la boca, (que fueron 300) con esos te voy a dar la victoria”. La principal característica de los perros es lealtad y fidelidad.
El agua es símbolo de la Palabra de Dios. El que es fiel a Dios y a su Palabra, esta obrando a la manera de Dios. También está alerta y vigilante a lo que ocurre a su alrededor. No se lanza de cara al agua para satisfacer su propia necesidad, sin importante lo que pueda ocurrir a su alrededor, sino que esta atento, tomando de la palabra, pero mirando a su alrededor para notar cualquier necesidad o cualquier ataque que se levante. Esa persona cuando ora, va a tener resultados y va a desatar la unción que pudre el yugo – porque está orando, según la voluntad de Dios, a la manera de Dios y no para su propio beneficio.
En la palabra de Dios, constantemente, se nos ordena orar. Toda intercesión es oración, pero no toda oración es intercesión. Lo específico de la oración de intercesión estriba en que, a diferencia de la oración de petición, que nos lleva a presentar a Dios nuestras propias necesidades, esta oración se centra en las necesidades de los demás. Mientras estudiamos la Biblia, podemos ver a hombres y mujeres quienes intercedieron por ciudades y naciones; y porque ellos intercedieron, la historia fue cambiada.
Intercesión esta asociada con características como: pasión y persistencia. Es unirse a Cristo resucitado que vive en perenne estado de intercesión. Etimológicamente es interponerse (como entre contrarios), pararse entre medio; ofrecerse a alguien que necesita ayuda; comprometerse con las necesidades de otros de modo parecido al samaritano (Lc. 10: 33-34); pagar el precio en una intervención, como Cristo pagó el precio por los pecadores.
Verdadera intercesión no es algo en que nos envolvemos una vez a la semana, es un estilo de vida. Erramos en creer que el llamado a interceder es para unos cuantos. Decimos “Ese no es mi ministerio; la intercesión es el ministerio de cada uno. Se nos ha hecho creer que la intercesión es un “don” dado a unos cuantos; cuando la Biblia no menciona ni que sea un don. Cada creyente tiene el privilegio de ser usado por Dios en una intercesión efectiva. Esto no es para unos pocos favorecidos y no es para personas mayores, que no tienen nada que hacer; no es para algunos llamados al “Ministerio de Intercesión”. ¡La intercesión es para todos!
¿Quién es un intercesor?
- Es la persona que se para en la brecha en beneficio de otros. Ezequiel 22: 30-31 – “Y he buscado entre ellos a alguien que se “pare en la brecha” – que se interponga entre mi pueblo y yo, y saque la cara por el, para que yo no lo destruya. Y no lo he hallado”. El colocar nuestra vida en la brecha es la expresión máxima de la intercesión.
- El corazón del intercesor late con el corazón de Dios. Y el corazón de Dios se entristece por los perdidos. “El vino a buscar y salvar lo que se había perdido”. “El cielo hace fiesta cuando un pecador se arrepiente.”
- El intercesor ora con el sentir de Dios. Los pensamientos de Dios por la humanidad, son los más misericordiosos, amorosos, tolerantes, y llenos de gracia; por eso no podemos orar para pedir castigo.
No hay verdadera intercesión si no hay Amor – El amor de Dios en nosotros es la base de la intercesión. Según el amor fluye, la vida de oración tiene que fluir. La vida de oración no puede ser programada. Claro que tiempos específicos de oración sin interrupción tienen que ser programados, pero tiempos disciplinados de oración emergen en y como parte de una vida entregada a Dios.
