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Un llamado al Arrepentimiento Verdadero

ISAÍAS 1:10-18 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo,el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. 15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquemos la oración, yo no oiré; llenas de sangre vuestras manos. 16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Si vemos el subtítulo de esta texto que hemos leído es “Llamamiento al arrepentimiento verdadero” ya que el Señor por medio del profeta Isaias les hace un llamado al reino de Judá, el cual se había rebelado contra Dios y le habían dado la espalda al Señor y el pecado había llegado a tal punto que el Señor los comparó con Sodoma y Gomorra.

Es por eso que a esta nación pecadora nuestro Dios en su bondad les hace un LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO VERDADERO.

Pues verdaderamente la única esperanza que tenía este pueblo rebelde era arrepentirse de corazón delante del Señor, reconocer su pecado y ponerse a cuentas con Dios.

Pero antes de hablar sobre el arrepentimiento verdadero es necesario reconocer y comprender una verdad verdad espiritual muy importante que nos enseñan estos textos: DE NADA SIRVE “TODO LO QUE HACEMOS PARA DIOS” SI NUESTRA VIDA NO ES AGRADABLE AL SEÑOR (Vs 10-15) Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. 12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. 15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquemos la oración, yo no oiré; llenas de sangre vuestras manos.

ES POR ESTA CAUSA QUE EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO, EL ARREPENTIMIENTO GENUINO, ES TAN IMPORTANTE EN NUESTRA VIDA CRISTIANA

VEAMOS ENTONCES QUÉ NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS CON RESPECTO AL VERDADERO ARREPENTIMIENTO:

I) EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO SE PRODUCE POR MEDIO DE LA TRISTEZA QUE ES SEGÚN DIOS
(2 CORINTIOS 7:10) Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

No puede haber arrepentimiento en nuestro corazón mientras nos estamos deleitando en el pecado, mientras nos estemos alejando de nuestras maldades.

El arrepentimiento viene cuando nuestro corazón es confrontado y contristado por medio de la verdad de Dios, por medio de la palabra que es como martillo que quebranta la piedra (Jeremías 23:29) ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?.

Igualmente nuestro Dios usa las pruebas, el dolor y las dificultades de nuestra vida para llamarnos al arrepentimiento, para que nuestro corazón sea quebrantado y reconozcamos nuestro pecado delante del Señor. (Salmos 34:18) Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.

II) EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO REQUIERE HUMILDAD
(SALMO 51:1-4) Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

El rey David verdaderamente se humilló delante del Señor cuando su pecado fue descubierto, no tomó una actitud de soberbia, no trato de justificarse, no busco culpables, él con HUMILDAD Y VALENTÍA le dijo a Dios: (Vs 2-4) “..Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos….”.

No puede haber arrepentimiento si en lugar de reconocer nuestro pecado, en lugar de reconocer nuestros errores, siempre tratamos de justificar nuestras acciones, siempre tratamos de señalar a alguien más como responsable de nuestras malas acciones.

El arrepentimiento verdadero es una ACCIÓN DE CONTRICCIÓN PERSONAL es decir, una disposición sincera del corazón en la que una persona, consciente de sus errores y faltas, SE HUMILLA ANTE EL SEÑOR CON UN ESPÍRITU QUEBRANTADO, reconociendo que ha fallado y necesitando su perdón.

Eso significa que el verdadero arrepentimiento es un ACTO DE HUMILDAD primeramente delante de Dios

III) EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO NUNCA PASA INADVERTIDO PARA NUESTRO DIOS
(2 CRÓNICAS 33:9-13) Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. 10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon; 11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. 13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.

Si podemos mencionar uno de los reyes que cometieron grandes pecados y que hicieron gran maldad en el antiguo testamento es el rey Manases.

El texto nos dice que Manases hizo extraviarse al pueblo de Dios y los llevó a cometer pecados peores que las naciones paganas de alrededor.

Es por eso que el Señor trajo a los generales del rey de Asiria para que lo derrotaran y lo llevaran con cadenas a Babilonia.

Pero estando en angustias, Manases se humillo de todo corazón, él se verdaderamente se arrepintió de su pecado y de su maldad, y a pesar del mal que había cometido, a pesar de todos sus pecados, NUESTRO DIOS TUVO MISERICORDIA DE ÉL , NUESTRO DIOS LO RESTAURÓ EN SU REINO.

Esto nos declara una verdad maravillosa: DIOS NUNCA ES INDIFERENTE A UN CORAZÓN VERDADERAMENTE ARREPENTIDO. Sin importar nuestro pecado, sin importar nuestros errores, el Señor no pasará por alto a un pecador que con humildad y con genuino arrepentimiento clama por misericordia a nuestro Dios.

IV) EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO TRAE NUEVOS TIEMPOS Y NUEVAS OPORTUNIDADES PARA NUESTRA VIDA
(HECHOS 3:19) Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

Un arrepentimiento verdadero es el inicio de una nueva oportunidad de Dios para nuestra vida, él nos extiende su misericordia, él nos demuestra su amor por nosotros cuando con humildad y un corazón contrito pedimos su perdón (Jeremías 31:3) Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.

Hoy es un buen momento para que reconozcamos nuestro pecado, para que comprendamos que con toda seguridad esa tristeza que ha causado en nuestra vida las circunstancias que estamos viviendo de enfermedad, escasez, desempleo, abandono, etc son parte del llamado de Dios para que vengamos a él con UN CORAZÓN ARREPENTIDO y que tengamos la seguridad que él será AMPLIO EN PERDONAR (Isaías 55:7) Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

CONCLUSIÓN: No basta con actos religiosos o sacrificios externos; Dios demanda un corazón humilde, quebrantado y dispuesto a abandonar el pecado. Este arrepentimiento genuino surge de una tristeza que es según Dios, requiere humildad para reconocer nuestras faltas, y nunca pasa desapercibido para el Señor, quien ofrece restauración y nuevos comienzos a los que se vuelven a Él. Así como el rey Manasés encontró misericordia y restauración al humillarse, nosotros también podemos experimentar tiempos de refrigerio y renovación en nuestras vidas al arrepentirnos de corazón y buscar a Dios. Él es fiel para perdonarnos y brindarnos nuevas oportunidades.

 

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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