Silva fuerte cristiano que da crédito a Dios por su recuperación de tuberculosis. Le dijo a la televisión francesa “Casi me muero de tuberculosis en Rusia hace varios años. Dios me salvó”
La carrera de Thiago Silva combina momentos estelares con tragos muy amargos. Uno de los más delicados lo vivió en el 2005 cuando, siendo jugador del Dinamo de Moscú, una tuberculosis puso en peligro su vida.
«Estuve seis meses en un hospital. Pensé que no iba a poder jugar nunca más. Por suerte esa etapa ya pasó», ha reconocido Thiago Silva en diversas ocasiones.
El jugador fue protagonista en un reportaje en el periodico francés L’Equipe, en el que se recogen declaraciones suyas en las que explica la dureza del tratamiento que le realizaron hace siete años por esta enfermedad, felizmente superada: «Casi me muero. Por eso, cada vez que juego me acuerdo de esos momentos en Rusia».
El brasileño había llegado poco antes a Europa, procedente de su Brasil natal, y su etapa en el Oporto, su primer club en el continente, tampoco fue fácil: las lesiones y problemas respiratorios le impidieron tener continuidad.
En Moscú vivió sus peores momentos en el 2005, pero su regreso a Brasil dio un nuevo impulso a su trayectoria. Tras brillar en Fluminense entre 2006 y 2008 – donde ganó una Copa de Brasil en 2007 y fue subcampeón de la Copa Libertadores en 2008-, se incorporó a Milan. El club lombardo ya ha empezado a rentabilizar los 10 millones de euros que pagó por su traspaso.