Un terremoto catastrófico de magnitud 6,8 sacudió el centro de Marruecos el pasado viernes 8 de septiembre, dejando miles de personas fallecidas y heridas, así como comunidades aisladas. El epicentro se localizó cerca de Marrakech, un importante centro turístico y económico del país.
Según el Ministerio del Interior de Marruecos, se reportan al menos 2.901 personas fallecidas y 5.530 heridas a causa del desastre. Las ciudades y pueblos cercanos a la base de las montañas del Atlas fueron los más afectados, con la provincia de Al Haouz registrando cerca de 1.500 muertes y una devastación significativa.
El terremoto se sintió en todo el país, llegando incluso a la ciudad de Casablanca al norte. Esta catástrofe es la más mortífera en Marruecos desde 1960, cuando un terremoto cobró más de 12.000 vidas.
La respuesta internacional ha sido inmediata y solidaria. Francia ha destinado 5 millones de euros a organizaciones no gubernamentales para apoyar los esfuerzos de rescate. Un equipo español de búsqueda y rescate, con 56 soldados y cuatro perros, ya está en el terreno. Turquía, Gran Bretaña y Argelia también han ofrecido asistencia en forma de personal, tiendas de campaña y vuelos humanitarios.
La Cruz Roja de China ha anunciado una contribución de US$ 200,000 para apoyar a la Media Luna Roja marroquí en sus labores de rescate. Las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Banco Mundial han expresado su disposición para brindar ayuda al país en este momento crítico. La comunidad internacional se une en solidaridad con Marruecos mientras continúan las operaciones de rescate y socorro en medio de la devastación. Consuelo, Solidaridad y Paz.!