El grupo está presente en más de siete estados brasileños, llevando a Cristo a los atletas.
No siempre la Iglesia de Jesús se reúne en templos formales. En algunas ocasiones, el tiempo puede ser en la misma playa. Los “Surfistas de Cristo” toman la delantera de ese trabajo, llevar el Evangelio donde los atletas atrapan la ola. Es el caso de Diego Aguiar, un joven de 14 años que figura como uno de los talentos de la nueva generación del surfista brasileño y que fue atrapado por las Escrituras.
Él oye atentamente a los ex-surfistas Marcos Santos y Tadeu Pereira. Hoy, la escena no es más extraña para quien pasa por la región. En las arenas de la playa Roja del Centro, en Ubatuba, litoral norte de São Paulo, el Evangelio viene siendo predicado por los a quienes quiera oír.
Para orientar a los surfistas, el movimiento se basa en conceptos bíblicos. Y las reuniones son en pequeños grupos. Se trata de hacer que, poco a poco, todos se conozcan con profundidad. Esta es ciertamente una propuesta que va en contra de los grandes centros religiosos o mega iglesias.
Ojo en el ojo, intimidad. Es así como los “Surfistas de Cristo” trabajan. Según el Estadão, el movimiento reúne a cerca de mil atletas en siete estados brasileños (Río de Janeiro, Paraná, Santa Catarina, Bahía, Alagoas, Pernambuco y São Paulo). A pesar de la iniciativa no formar iglesias, sus integrantes las frecuentan. Pero durante las reuniones, el templo es la playa.
Ciudadanía
Pero el grupo no queda solo en los encuentros. Ellos aprovechan para ejercer la ciudadanía y promover acciones prácticas que estrechan la relación del deporte con la naturaleza. “Mantener la limpieza de las playas, separar la basura reciclable, no destruir las vegetaciones rastreras que mantienen el equilibrio ecológico, denunciar el alcantarillado a cielo abierto y no entrar en el coche en la arena de las playas”, son algunos ejemplos citados por el Estadão.
Marcos Santos es ex-surfista y formado en Teología por el Seminario Presbiteriano del Norte, en Recife. Él dice: “Mucha gente del surf usa drogas y tiene una vida desordenada. Yo viví el otro lado también, con conmemoraciones exageradas y borrachera. Usted puede celebrar con los amigos, pero con moderación. No seguimos sólo reglas religiosas, sino principios que nos mantienen saludables “.
“Ser Surfista de Cristo es amar agarrar la ola, pero no olvidarse del creador de las olas”, complementa Tadeu Pereira, pastor de la comunidad Semear.
Los “Surfistas de Cristo”, como dice el nombre original “Christian Surfers International” es un movimiento mundial, donde Brasil es uno de los 35 países que integran la iniciativa. Con sede en Australia, la organización se caracteriza no puede tener fines de lucro. Famosos como el americano CJ Hobgood, campeón del circuito mundial en 2001, representan al grupo.
Otra famosa de bastante destaque es la hawaiana Bethany Hamilton, que está entre los mayores ejemplos de superación en el deporte. Ella fue víctima de un ataque de tiburón a los 13 años y perdió su brazo izquierdo. A pesar de la tragedia, nunca abandonó el deporte y continuó compitiendo. En 2014, venció la competencia en Pipeline. Su historia de superación por medio de la fe puede ser leída en su biografía o incluso vista en la película Soul Surfer Coraje de Vivir, lanzado en 2011.
