2 REYES 5:9-15 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio. 15 Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo
Estos textos nos narran parte de la historia tan conocida de Naaman el Sirio, el gran general del ejército de Siria, que tenía un problema muy grave que nadie había podido ayudarle a pesar de su poder, de su fama y su fortuna: ERA LEPROSO
(2 Reyes 5:1) Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.
Por causa de su lepra fue a Israel, al pueblo de Dios, para buscar al profeta Eliseo para que lo sanara, y vemos en el texto que cuando Naaman llegó a la casa de Eliseo ni siquiera quiso entrar, no quiso ni tocar la puerta, sino que se quedó afuera y esperaba que el profeta saliera a recibirlo para hacer un milagro de sanidad en su vida
(Vs 9)Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
Pero el profeta Eliseo no salió a recibirlo, sino que mandó a decirle con un mensajero que lo que tenía que hacer Naaman para ser sanado era zambullirse siete veces en el río Jordán y su lepra sería sanada
(Vs 10) Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
Pero en ese momento salió a relucir la otra enfermedad de Naaman, la lepra que tenia adentro, en su corazón, SU SOBERBIA
(Vs 11-12) Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel?.
Pero vemos que al final Naaman fue HUMILDE , reconoció que necesitaba de la ayuda de Dios en su vida, CONFÍO EN LAS PALABRAS DE ELISEO, LAS OBEDECIÓ Y DIOS LO SANÓ
(Vs 13.14) Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
En esta historia podemos ver claramente cuales son los TRES ELEMENTOS INDISPENSABLES PARA PODER RESOLVER LOS PROBLEMAS DE NUESTRA VIDA, para poder tener victoria en nuestras batallas y poder experimentar las maravillas de Dios en nuestra vida, estos elementos son: HUMILDAD, FE Y OBEDIENCIA
Podemos decir entonces que LA HUMILDAD, LA FE Y LA OBEDIENCIA son las que nos hacen buscar la ayuda de Dios, confiar en su palabra y hacer su voluntad.
Ahora que ya comprendimos la importancia de LA HUMILDAD, LA FE Y LA OBEDIENCIA veamos algunas verdades muy importantes para que podamos resolver los problemas de nuestra vida y tener victoria en las dificultades que enfrentamos.
I) NECESITAMOS SER HUMILDES PORQUE MIENTRAS MÁS SOBERBIA HAY EN NUESTRA VIDA MÁS LEJOS ESTAREMOS DE RESOLVER NUESTROS PROBLEMAS
(Salmos 138:6) Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.
Pudimos ver en la historia de Naaman que él ya se iba enojado porque Eliseo lo mandó a zambullirse en el río Jordán, pues él consideraba que en su tierra habían ríos mucho mejores que el Jordán.
Pero la realidad es que Naaman se iba enojado, lleno de soberbia, PERO LEPROSO, Naamán por causa de su soberbia se estaba alejando de su sanidad, de su milagro, de la solución al problema de su vida.
De la misma manera cuando somos soberbios, cuando no queremos hacer la voluntad del Señor, cuando no queremos obedecer su voz, nos estamos alejando cada vez más de nuestra victoria, de nuestra sanidad, de nuestro milagro.
Es por eso que el Señor nos enseña que lo primero que necesitamos hacer para que Dios obre maravillas, para que él intervenga con su poder para ayudarnos es doblegar nuestra soberbia y ser humildes ante Él
(2 Crónicas 7:14) si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
II) TENEMOS QUE SER HUMILDES, CONFIAR Y OBEDECER LA PALABRA DE DIOS PUES NUESTRA SOBERBIA E INCREDULIDAD NO NOS PERMITE RECONOCER LA MANO DE DIOS EXTENDIDA PARA AYUDARNOS .
(Romanos 10:21) Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
Podemos ver en la historia de Naaman que cuando él se iba enojado sus siervos le rogaron que no desaprovechara su oportunidad, que no era una cosa difícil lo que Eliseo le pidio que hiciera.
Es decir que los siervos de Naaman pudieron reconocer la mano de Dios, pudieron reconocer que esa era la oportunidad que Dios le estaba dando a Naaman para ser sanado, pero por su soberbia e incredulidad Naaman no lo había reconocido y se iba enojado pero lleno de lepra.
Lastimosamente muchos de nosotros estamos pasando por tiempos de crisis, de angustia, de enfermedad, pero no queremos ser humildes, no queremos confiar ni obedecer al Señor, queremos seguir luchando en nuestra fuerza, queremos hacer las cosas a nuestra manera, somos como lo dice el texto: CONTRADICTORES.
Un CONTRADICTOR es una persona que contradice, niega, rechaza y también se opone a todo lo que el otro afirma
Si verdaderamente queremos que Dios nos ayude, que Dios nos de su victoria y que obre maravillas en nuestra vida tenemos que dejar de rechazar y oponernos a la voluntad de Dios, tenemos que CONFIAR en su palabra Y OBEDECER su voluntad.
III) PARA MUCHAS PERSONAS EL RÍO JORDÁN DE LA HISTORIA DE NAAMÁN REPRESENTA LA IGLESIA (2 REYES 5:12-14)
Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
Tal como lo dijo Naaman, hay otras cosas que pueden parecer mejores, más atractivas o superiores que lo que Dios nos ha dicho que hagamos, o donde el Señor nos ha enviado.
Abana y Farfar, los ríos de Damasco, seguramente eran mejores, más caudalosos, más limpios, más bonitos que el Jordán. PERO LA SANIDAD DE NAAMAN NO ESTABA EN ABANA Y FARFAR, su sanidad venía de obedecer la voluntad de Dios descendiendo al río Jordán y zambullirse siete veces en él .
Posiblemente en tu vida hoy ABANA Y FARFAR representa todo aquello en lo que tu crees que puedes tener victoria, en lo que tu crees que puedes resolver tus problemas a tu manera.
Pero ese río Jordán puede representar la iglesia, esa iglesia donde te han invitado pero no has querido ir, esa iglesia para la que nunca tienes tiempo de asistir, esa iglesia donde siempre tienes una excusa para no congregarte.
PERO NO HAS COMPRENDIDO QUE ESA IGLESIA A LA QUE NO QUIERES IR TIENE ALGO QUE NINGÚN OTRO LUGAR TIENE PARA TU VIDA:
(Mateo 18:20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. LA PRESENCIA DEL SEÑOR.
CONCLUSIÓN: Hoy el Señor nos invita a ser HUMILDES, a CONFIAR Y OBEDECER su voluntad para que podamos verdaderamente experimentar sus maravillas en nuestra vida.