¿QUE ESPERA EL SEÑOR DE SU IGLESIA? EZEQUIEL 34:14-16 En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel. 15 Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. 16 Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.
Verdaderamente la iglesia es el rebaño del Señor, todos aquellos que confiesan Jesucristo como Señor y salvador de sus vidas nos convertimos en ovejas de su rebaño, y estamos bajo el cuidado del buen pastor que ha dado su vida por cada uno de nosotros.
Y en el texto que hemos leído para comenzar podemos encontrar algunas verdades muy importantes sobre lo que nuestro Dios espera de su rebaño que es la iglesia en este mundo.
VEAMOS ENTONCES EN LA PALABRA DE DIOS ¿QUÉ ESPERA EL SEÑOR DE SU IGLESIA?
I) QUE LA IGLESIA SEA UN LUGAR DE REFUGIO, DONDE SUS OVEJAS SEAN AMADAS , PROTEGIDAS Y VALORADAS (VS 14A) En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su APRISCO;
Un APRISCO es el refugio utilizado por los pastores para recoger las ovejas y protegerlas de las inclemencias del tiempo y de los depredadores.
Al conocer el significado de la palabra aprisco podemos comprender lo que la iglesia debe ser para las ovejas del rebaño del Señor, es decir, un lugar donde seamos sanados, donde nos sintamos amados, cuidados, y valorados, verdaderamente un refugio de paz en medio de un mundo lleno de maldad.
Pero ¿verdaderamente son así nuestras iglesias? lastimosamente muchas veces son todo lo contrario;
(1 Corintios 11:17-18) Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
(Gálatas 5:15) Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.
Como ovejas del rebaño del Señor tenemos que reflexionar cuál es nuestra actitud para con nuestros hermanos y hermanas que el Señor trae a su redil llamado iglesia y reconocer que el buen pastor no es indiferente con aquellos que lastiman, menosprecian y rechazan a sus ovejas que él compró con su sangre (Ezequiel 34:20-21) Por tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21 por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis.
II) EL SEÑOR ESPERA QUE SU IGLESIA SEA UN REBAÑO DONDE SUS OVEJAS SEAN APACENTADAS CON BUENOS PASTOS, QUE SEAN BIEN ALIMENTADAS CON SU PALABRA (EZEQUIEL 34:14B) En buenos pastos las APACENTARÉ, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en PASTOS SUCULENTOS SERÁN APACENTADAS sobre los montes de Israel.
Las ovejas del Señor no tienen que ser entretenidas, tienen que ser BIEN ALIMENTADAS y el buen alimento únicamente LA PALABRA DEL SEÑOR.
Lastimosamente hoy en día muchas iglesias están llenas de buena música, de preciosos tiempos de oración, de buena alabanza, hay un buen ambiente en la iglesia, sillas confortables, equipos de sonido de última generación, pero NADA DE ESO ES SUFICIENTE PARA ALIMENTAR A LAS OVEJAS DEL SEÑOR, NADA PUEDE SUSTITUIR A LA PALABRA DE NUESTRO DIOS.
Como ovejas del rebaño del Señor tenemos que darle verdadera importancia a la palabra, tenemos que buscar un rebaño donde nos alimenten bien, donde se nos predique la verdad, donde el pastor hable de Dios y de su palabra, no solamente de dinero, de metas por alcanzar, o de frases positivas.
No se trata de encontrar solamente una iglesia donde me hagan sentir bien, sino un rebaño donde me alimenten de buen pasto, donde el centro sea Cristo y su palabra, pues solamente él tiene palabras de vida eterna.
III) EL SEÑOR ESPERA QUE LA IGLESIA SE ESFUERCE POR BUSCAR Y ALCANZAR A LOS PERDIDOS (EZEQUIEL 34:16A) Yo buscaré la perdida,…”.
La misión de la iglesia de Cristo como rebaño del Señor es salir a buscar a las ovejas perdidas, para que ellas también puedan formar parte de su rebaño.
El rebaño del Señor no es un club cerrado, es un rebaño al cual todas las ovejas perdidas pueden entrar, sin excepción, pero solo hay una condición: TIENEN QUE ENTRAR POR MEDIO DE LA ÚNICA PUERTA DE LAS OVEJAS, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (Juan 10:7-9) Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Tenemos que IR a buscar a las ovejas perdidas, no solamente esperar que vengan, tenemos que comprender que esas ovejas perdidas no van a aceptar el llamado del Señor si no hay nadie que les predique (Romanos 10:14-15) ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!.
Si verdaderamente tenemos un corazón agradecido con el Señor por su salvación tenemos que compartir con otros el regalo de la salvación así como alguien lo hizo con nosotros.
IV) EL SEÑOR ESPERA QUE SU IGLESIA NO SEA INDIFERENTE Y BUSQUE TAMBIEN A LAS OVEJAS QUE SE HAN ALEJADO DEL REBAÑO (EZEQUIEL 34:16 B) Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada;.
Tenemos que reconocer que siempre por uno u otro motivo siempre habrá ovejas que se apartan del rebaño del Señor, que tropiezan y caen, que vuelven atrás a su pasada manera de vivir.
Pero lastimosamente cuando esto ocurre muchas veces en lugar de ayudar a volver a la oveja descarriada lo que hacemos es alejarla aún más del rebaño del Señor, con nuestras críticas, con nuestro menosprecio, con nuestra indiferencia.
Pero tenemos que comprender que esta no es una responsabilidad únicamente de los pastores, sino también de todos los que formamos el rebaño de nuestro Dios.
Todos podemos visitar, invitar, llamar, enviar un mensaje, motivar, a todos aquellos hermanos que se han apartado, si en lugar de contar chismes sobre su vida, criticando sus caminos, nos dedicaramos por lo menos a orar por ellos, para que Dios toque su corazón para volver, muchas de esas ovejas descarriadas vendrían de nuevo al rebaño del Señor.
V) EL SEÑOR ESPERA QUE SU IGLESIA RECIBA CON AMOR A LAS OVEJAS DESCARRIADAS QUE REGRESAN A SU REBAÑO, Y QUE PROCUREMOS CUIDARLAS Y SANAR SUS HERIDAS. (EZEQUIEL 34:16C) Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil;
Las ovejas descarriadas cuando regresan al rebaño del Señor ¿Como vuelven? heridas, quebradas en su interior, muchas veces avergonzadas, con su corazón lleno de tristeza y de amargura.
Esas ovejas vuelven para ser sanadas, para ser restauradas, para ser fortalecidas, por medio del poder y del amor de nuestro Dios, pero lastimosamente muchos cristianos se encargan con sus palabras, con sus acciones, con sus actitudes de dañar más a esas ovejas.
Pues cuando ven que una oveja descarriada vuelve, las herimos con nuestra crítica, con nuestros comentarios sarcásticos, con nuestra indiferencia o con nuestras actitudes de menosprecio.
PERO TENEMOS QUE RECORDAR ALGO MUY IMPORTANTE: NUESTRO PADRE CELESTIAL SIEMPRE NOS RECIBIRÁ CON LOS BRAZOS ABIERTOS, CON GOZO, CON AMOR, PUES SOMOS OVEJAS DE SU REBAÑO