También me sacó a un lugar espacioso; me rescató, porque se complació en mí. El Señor me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. Porque he guardado los caminos del Señor, y no me he apartado impíamente de mi Dios. Salmos 18:19-21
Mientras oraba, escuché que el Espíritu del Señor me hablaba y me decía: “¡PREPARATE PARA LA RECOMPENSA! RECIBIRAS EL BOTIN DEL ENEMIGO”. Inmediatamente, comencé a investigar qué significaba realmente esa palabra. Dictionary.com define «RECOMPENSA» como «una suma de dinero ofrecida para la detección o captura de un criminal, la recuperación de una propiedad perdida o robada, etc. Algo entregado o recibido a cambio o recompensa por servicio, mérito, dificultades, etc. »
Mientras leía la definición, las palabras «restitución» y «recompensa» saltaron de las páginas hacia mí. Nuevamente, escuché al Espíritu Santo decir: “Esta es una temporada en la que las cosas que fueron perdidas o robadas se recuperarán. Hay restitución y recompensa que viene hacia ti. Este es un tiempo establecido para la recompensa”. El Señor quiere que yo declare sobre ti hoy: “El retraso ha sido roto sobre tu vida. Las promesas de Dios que se habían retrasado ahora, de repente están siendo liberadas. Este es un tiempo establecido para muchos. La «RECOMPENSA» de Dios está viniendo para los buscadores”.
[quote_center]Hebreos 11:6 Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le buscan.[/quote_center]Se nos da una mejor interpretación de la RECOMPENSA DE DIOS a través de la vida del guerrero, Caleb. Él fue enviado a espiar la tierra que Dios había prometido a los israelitas, con Josué y otros 10. Después de 40 días, regresaron para informar a Moisés sus descubrimientos. Diez de los espías magnificaron la oposición a la que se enfrentaron, haciendo que la gente quedara paralizada por el miedo. Josué y Caleb intentaron silenciar a los otros espías confirmando lo que Dios les había prometido. Sin embargo, la gente se negó a creer y habló de lapidarlos (Números 14). Como resultado de su incredulidad, Dios declaró que a ninguna de esa generación se le permitiría entrar en la Tierra Prometida, excepto Josué y Caleb.
Números 14:24 Sólo a mi siervo Caleb lo llevaré a la tierra donde él entró. A él y a su descendencia les daré posesión de la tierra, porque en él hay otro espíritu y porque ha decidido seguirme.
Fue 40 años después que los hijos de Israel tomaron el territorio de Canaán, y Dios, después de todos esos años, no olvidó la promesa que hizo a Caleb, ¡Y Dios tampoco ha olvidado las promesas que te ha hecho, incluso si se han demorado! Sin duda, el enemigo de tu alma ha tratado de convencerte de que nunca verás lo que Dios ha dicho. Tal vez ha tratado de convencerte de que «ha pasado demasiado tiempo o eres demasiado viejo ahora». ¡El diablo es un mentiroso! Estás justo a tiempo para ver el cumplimiento de la Palabra de Dios para ti. Prepárate porque Dios te va a RECOMPENSAR tal como lo hizo con Caleb.
Fue cuando Josué estaba dividiendo la tierra conquistada, dando porciones a las diferentes tribus que Caleb se acercó y le dijo a Josué: «Tú bien sabes lo que el Señor le dijo a Moisés, el varón de Dios, en Cadés Barnea, en cuanto a nosotros.» (Josué 14: 6). Además, Caleb hizo una declaración de la promesa de Dios para él y de su fe en esa promesa.
Josué 14: 11-12 Pero aún me siento tan fuerte como el día en que Moisés me envió a reconocer la tierra. Tengo fuerzas para pelear, y para salir y entrar. Por lo tanto, te pido que me des este monte, del cual habló el Señor aquel día. Tú eres testigo. Aquí viven los anaquitas, y tienen grandes ciudades fortificadas; pero con la ayuda del Señor puedo vencerlos y echarlos de estas tierras.»
Escuché al Espíritu del Señor decir en este momento: “Muchos de ustedes han estado cansados. El enemigo ha hecho todo lo posible para convencerlos de que se rindan, pero Yo les digo que, en lugar de rendirse, comiencen a luchar con sus profecías. Permanezcan firmes en cada promesa y rehúsense a renunciar. VERAN MI RECOMPENSA».
Después de 45 años, Caleb era tan fuerte como lo había sido la primera vez que ingresó a la tierra. Había esperado, y ahora estaba listo para su herencia. Me encanta que audazmente exigió: «DAME ESE MONTE». En otras palabras, Caleb decía: Dios me lo prometió, y he esperado, y ahora es mi momento para poseer mi herencia. Dios te está diciendo hoy: “Este es tu momento para poseer tu herencia. Tus circunstancias se están uniendo, incluso ahora mientras lees esto. Yo he preparado la promesa para ti. Se retrasó, pero ha llegado su «HORA SEÑALADA». Declaro que no habrá más demoras en tu vida.
Caleb expulsó tres gigantes de su monte (Jueces 1:20). Dios había renovado su fuerza y su lucha. Él habitaba en Hebrón tal como Dios había dicho 45 años antes. Tú también poseerás tu Hebrón. ¿Cuál es tu Hebrón? ¿Es tu matrimonio? ¿Es tu familia? ¿Es tu ministerio? Sea lo que sea, no es demasiado tarde. Dios te está dando la recompensa. (Andrew Towe)
Josué 14:13-14 Entonces Josué bendijo a Caleb hijo de Yefune, el quenizita, y como herencia le dio Hebrón. Hasta el día de hoy es su herencia, porque siguió fielmente al Señor, Dios de Israel
Con amor y oraciones,