Los cristianos en Siria han estado viviendo en un país desgarrado por la guerra desde hace exactamente siete años. En estos siete años, muchos cristianos han huido, pero también hay muchos que han podido quedarse gracias a tu apoyo. A través de iglesias locales y de nuestros colaboradores locales, juntos hemos servido a nuestros hermanos en a Siria de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, invirtiendo en lo que llamamos ‘Centros de Esperanza’, esto es, iglesias activas en su involucración con las diferentes necesidades de la comunidad.
Roger, coordinador de proyectos, nos explica a qué se refiere con este término “Un Centro de Esperanza es un lugar donde la iglesia puede establecer, mantener y fortalecer las relaciones para construir una vida sostenible y en condiciones saludables”. Puertas Abiertas desea trabajar más de cerca con este tipo de iglesias porque realmente se han convertido en centros de esperanza.
“Estamos hablando de iglesias activas. Estas iglesias tienen uno o más sitios físicos, edificios que ya poseen o alquilan, o una nueva ubicación que la iglesia planea alquilar. En estos lugares la iglesia organiza todo tipo de actividades enfocadas a mejorar la vida de los cristianos y otras personas. Podría ser cualquier cosa. Por ejemplo, actividades cristianas como formación y discipulado, distribución de literatura cristiana, grupos de estudio bíblico o reuniones de oración. Pero también hay actividades para atender la salud emocional o psicológica de las personas. También pueden ser actividades de asesoramiento, formación vocacional, formación para prevención de traumas y también teatros. Las condiciones saludables requieren también actividades como la distribución de paquetes de alimentos y artículos de higiene, asistencia médica, reparación de viviendas (restauración de hogares) e invertir en micro préstamos”.
En efecto, la distribución de alimentos es todavía muy importante, según sigue explicando Roger: “en Siria, mucha gente lo ha perdido todo, viven como personas desplazadas ya que sus hogares fueron destrozados o tuvieron que huir de sus casas. Muchos de ellos ahora están sin trabajo y sin ingreso. Las personas mayores son especialmente vulnerables porque no tienen ningún ingreso y vieron a sus hijos salir del país”.
En los próximos años queremos trabajar codo a codo con estas iglesias activas dentro de nuestro programa de Centros de Esperanza. Queremos ver empezar cada año a veinte de estos centros empezando por toda Siria. Y, según Roger, ya vamos en buen camino para este año: “A principios de 2018 ya teníamos dos iglesias con las que trabajábamos juntos poniéndonos en marcha… A lo largo del año 2018 planeamos implementar cinco nuevas asociaciones cada trimestre con iglesias activas de forma similar”.
En Alepo, un tercer Centro de Esperanza abrirá pronto sus puertas. Durante el primer trimestre de 2018, otros centros están planeados en Ma’arouneh, Jaramana (en las afueras de Damasco), Kesab y Mashta Al Helou. Intentamos disponer de centros también en Khabab, Latakia, Sadad, Maaret Saidnava, Maaloula, Al-Hasakah, Qamishli, As-Suwayda y Wadi Al-Nasaara (el llamado valle de los cristianos).
Estos Centros de Esperanza se ajustan a la estrategia de la todavía vigente campaña “Esperanza para Oriente Medio” en la que sigue inmersa Puertas Abiertas para fortalecer a la iglesia en Irak y Siria. Por favor, ora por este proyecto ilusionante para los próximos años. Ora para que se conviertan en un lugar donde los cristianos y los ciudadanos sirios puedan empezar a sanar las cicatrices que ha dejado y siguen dejando la guerra. Ora para que las iglesias se conviertan en los centros de esperanza de la sociedad siria y demuestren el amor de Dios en palabras y hechos.
Fuente: gacetacristiana