Estamos en guerra contra el coronavirus. Esta es la gran batalla que estamos librando día a día. Como toda batalla, se trata también de un juego de estrategia y movimiento que requiere actuar con inteligencia y cuidado.
Véase a sí mismo como un soldado en medio de un fuego intenso. Lo que usted haga o deje de hacer en este combate puede determinar su vida o su muerte. Su plan no solo debe ser ganar la guerra sino también sobrevivir en medio del ataque enemigo.
No subestime nada, no exagere nada, pero tampoco lo minimice. Haga todo lo posible por ganar la batalla y sobrevivir en medio de este combate. Para lograr esto usted debe que tener, más allá de todas las medidas del gobierno y de los organismos de salud pública, una estrategia personal que debe observar día a día con sumo cuidado.
Ponga en marcha su particular estrategia. Levántese cada día, primero póngase en las manos de Dios y busque con su ayuda mantener una actitud anti contagio. No permita que el miedo se apodere de usted, pero tampoco se distraiga ni se confíe mucho. Recuerde que usted está en una guerra y de sus fallas o aciertos depende su vida.
Observe con cuidado todas las normas sanitarias recomendadas. Trate de observarlas todas y sea consistente, no se tome permiso para saltarlas. Trate de no fallar. No se gaste cortesías con nadie que lo ponga en riesgo. Si tienes que ir al banco o al supermercado, ármese con todos sus pertrechos y vaya como un soldado que va en misión especial de alto riesgo, prepárese, estará en una zona de mucho peligro. Evite cercanía y toda conversación innecesaria. Sea firme y decidido en esto.
Al final de un día de combate dele expresas gracias a Dios y evalúe usted mismo su propia participación. Haga una escala del 1 al 10 y póngase nota, nadie más que usted sabe cómo cumplió con las medidas recomendadas y que tan cerca o lejos se mantuvo de posibilidades de contagios.
Usted tomó en cuenta que la tarde de ese día, por aprovechar una oferta de plátanos que estaban anunciando, salió rápido y sin mascarilla de su casa y se metió en el grupo de gente que estaba comprado, por tanto, por esa falla y otras que usted cometió, usted se va a poner un 4 al evaluar su día. Seguro que mañana ninguna oferta callejera, por atractiva que sea, la sacará de su casa.
El martes 12, yo me evalué y cometí varias fallas, tuve que ponerme un 4; sin embargo, por ese 4 al día siguiente pude colocarme un 8, espero, aunque esto no asegure nada, un día de esto poder ponerme un 10 y ser consistente con esa nota hasta lograr sobrevivir a esto.
Creo que la pandemia de coronavirus no es solo una batalla de la sociedad y del gobierno, es una batalla mía que tengo que librar día a día, y para hacerlo con éxito tengo que, con la ayuda de Dios, desarrollar mi propia estrategia. Esta escalada del 1 al 10, para evaluar mi propia lucha, me está ayudando. Si no tiene otra mejor, le recomiendo la mía.