Como mujeres pasamos por tantas cosas y vemos como el enemigo nos ataca y hacia la comparación de ha veces la vida es como si nos subieran a un ring de boxeo, donde estamos contra nuestro adversario y nos empieza a lanzar golpes porque él quiere dejarnos tirados y ganar, y es igual en nuestra vida cuando estamos tan tranquilas, viene un golpe del enemigo en nuestro matrimonio, y lloras y empiezas acobárdate y es que duele tanto que ese golpe hasta te saca la respiración.
Y es que tu nunca pensaste pasar algo como lo que ahora estas pasando en tu matrimonio y recuerdas al Dios que te ha dicho, porque yo soy Jehová tu Redentor que te toma de tu mano derecha y te dice no temas yo te ayudo y entonces reaccionas y tomas aire y le devuelves el golpe al enemigo, con la palabra de Dios que hay en tu corazón.
Pero entonces viene otro golpe quizá de alguna enfermedad, a lo mejor el médico te dio un diagnóstico poco alentador en tu salud, o con tus hijos. Golpes que duelen, y es que el enemigo nos quiere manejar como él quiere, y cuando suena la campana para que tomes agua, agarras fuerza y empiezas a hablar la palabra sobre tu vida y la vida de tus hijos, esposo y entonces te amarras bien los guantes y le lanzas un golpe fuerte a tu enemigo, y ahí sabiendo lo que dice Su palabra que: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33b)
Entonces recordamos de nuevo Josué 1:9, que dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Y el saber que Dios esta con nosotras en cada situación que nos viene, nos da la fuerza, para enfrentar al enemigo de nuestras vidas y declarar la victoria, en esa situación que estamos atravesando.
Te invito a levantarte del lugar donde estás, empieza a declarar victoria sobre tu situación, y dice la escritura esta breve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria
Que Dios las bendiga y que tengan un día de victoria.