El mosaico ‘Dios Jesucristo’ se erige como uno de los primeros testamentos conocidos de la creencia cristiana primitiva en la divinidad de Cristo. Se descubrió en 2005 a través de excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Tel Aviv, que explora los antiguos terrenos debajo de la prisión de Megiddo construida por los británicos en el norte de Israel.
La escritura, fechada en el año 230 d. C., tiene tres inscripciones griegas, una de las cuales dice: «El dios Akeptous, amante de los dioses, ha ofrecido la mesa a Dios Jesucristo como memorial».
Akeptous se considera una mujer que contribuyó con su mesa a las celebraciones eucarísticas locales, según Haaretz .
La encuesta descubrió el mosaico entre una de las casas de adoración cristianas más antiguas conocidas, parte de lo que fue la aldea judía y samaritana de Othnay.
El Dr. Yotam Tepper de la Universidad de Haifa, quien dirigió la excavación original, dijo que el mosaico probablemente formaba parte de una sala de oración en el hogar cristiano. Dichos hogares fueron el centro de la comunidad cristiana antes de que los edificios de la Iglesia establecidos se introdujeran en el siglo IV, después de la conversión del emperador romano Constantino.
Imágenes de peces – símbolos cristianos primitivos comunes – también están presentes en el mosaico. El ‘Icthys’ (el nombre griego para ‘pez’) era un ‘juego de palabras visual’ imbuido de la doctrina cristiana primitiva. Como acrónimo formó las letras iniciales de la frase griega: ‘Jesucristo, Hijo de Dios, el Salvador’.
También se cree que los hallazgos arrojan nueva luz sobre la naturaleza de las actitudes romanas hacia la iglesia primitiva. Tradicionalmente imaginados como francamente hostiles al culto cristiano, los campamentos militares romanos cercanos sugieren una mayor tolerancia hacia la nueva religión.
«Aquí los romanos tenían oficiales cristianos», dijo Tepper. ‘La persecución puede haber sido exagerada más tarde en la narración. Pero ciertamente los cuentos no reflejan la complejidad de la realidad, que es que había cristianos en el ejército romano «.
El donante del mosaico cristiano parece ser el de un centurión romano llamado Gaiano, también llamado ‘Porophrius, nuestro hermano’.
La prisión de Megiddo está siendo limpiada de reclusos para hacer espacio para el establecimiento de la atracción turística arqueológica, que albergará los restos de la casa cristiana, los campamentos romanos y siete molinos de harina de la era otomana.
