En las condiciones áridas de Israel, siempre aparecen nuevas técnicas para sembrar y cosechar, pues científicos ya tienen las soluciones para que el suelo poco cultivable pueda volver a ser fértil.
Israel produce el 70% de los alimentos que se consumen en la actualidad, pero muy poco se sabe que antes no era así, pues su suelo era poco fértil para tener una gran campo de cosecha abundante. Desde los años 50, científicos han estado trabajando en las soluciones que harían posible que en la actualidad esta tierra surtiera a los demás países con alimento y demás rubros de consumo humano.
La innovación ha hecho de Israel un país que esté en la vanguardia con las adaptaciones de nuevos métodos que ayudan para bien el progreso de una nación, dentro de ellos destaca un software que hace que los granos se mantengan frescos, y los controladores de plagas funciones a su máxima capacidad además del uso de semillas más resistentes a las condiciones ambientales que puedan surgir.
Las instituciones educativas fueron financiadas para la creación de proyectos que a lo largo del tiempo han servido para desarrollar el buen funcionamiento de su tierra, los cuales han unido esfuerzos para que la agricultura sea la principal fuente de recursos y sustento de Israel, pues al introducir nuevas tecnologías su producción aumentó 50 veces más de lo estimado.
«Tenemos la tecnología para restaurar los desiertos en el mundo», dicen los científicos y estudiosos de la localidad de Néguev.
Israel se convierte en el principal exportador de materia prima junto con herramientas que ayuden a producir alimentos.