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Infodemia, enfoque bíblico

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó en febrero del año en curso que no solo estaba luchando contra el SARS CoV-2, el virus que causa el COVID-19, sino también una “infodemia”, que definió como “un exceso de información, algunos precisos y otros no, eso dificulta que las personas encuentren fuentes y orientación confiables cuando la necesiten”.

La infodemia puede llegar a ser más letal que la pandemia misma: “La sobrecarga de información es increíblemente productora de ansiedad, aun incluso cuando la información es correcta”, dice Jaimie Meyer, MD, MS, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de Yale . “Si las personas obtienen información incorrecta de fuentes poco confiables, es posible que tengamos más problemas para frenar la propagación del virus. Y no podemos darnos el lujo de equivocarnos”.

La iglesia debe luchar no solo contra la propagación del covid-19, sino también contra la expansión de la infodemia. ¿Cómo? algunos consejos sencillos pero prácticos, siéntase en libertad de comentar algunos otros:

Noticias Falsas: No ser partícipes de las ‘fake news’, o sea, no compartir, comentar o likear aquellas noticias cuyas fuentes no son verificadas o poco confiables, las cuales siembran dudas en la población.

La Receta de la Abuela: Evitar compartir recetas de ‘remedios caseros milagrosos’ que prometen aliviar esta o cualquier enfermedad; esto no quiere decir que la medicina alterna sea mala, en lo absoluto, pero es peligroso ‘prometer la tierra santa sin antes haberla conquistado’.

Teorías de conspiración: Si bien esta pandemia ha levantado muchas sospechas de que “un grupo de hombres están detrás de todo”, lo cierto es que no hay pruebas suficientes para comprobar -o descartar-. Lo mejor es ser prudentes a la hora de acusar ‘al nuevo orden mundial’ de conspirar contra la humanidad.

Hiper activismo Eclesio-virtual: La cuarentena nos ha enviado a todos a casa, y esto ha sido aprovechado por la iglesia… ¡hemos vuelto al diseño original! Pero no abusemos de las transmisiones virtuales. Mucha miel empalaga, y esto aplica a la hiperactividad que algunas iglesias han desarrollado en la nube, cuidado, eso también es parte del infodemia.

Lecturas apocalípticas: Cada vez que hay este tipo de pestes (no es la primera vez en la historia) se levantan seudo-profetas para anunciar el fin del mundo. No caigamos en eso, hacerlo contribuye a estresar más aún a los que ya están angustiados.

¿Qué dice la Biblia?

La Biblia es clara al decir: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18). El apóstol nos sugiere estar en paz, y esto implica ser nosotros agentes propiciadores de paz para los demás, todo lo contrario a lo que la infodemia busca (caos, miedo, inseguridad, saturación, estrés). Así entonces no seamos parte del tren sin control que por estos días se vive en el mundo de la información y la internet.

Algunos consejos Prácticos:

Desenchufa la tele

Desconéctate del celular

Apaga el router del internet

No te creas todo lo que aparece en las noticias

¡Evita ser parte de la locura actual!

No digo que ignores lo que está sucediendo, debes saber lo que pasa, pero hazlo con mesura… la infodemia es una realidad que llegó para quedarse, ¿serás parte del montón?

Jesús dijo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Conéctate con Dios, pasa tiempo con Él, lee Su palabra y deja que ella higienice tu mente… de seguro verás la vida con otros ojos y no como el 5º poder quiere que la veas.

Consecuencias de la Infodemia

Son muchos los impactos negativos que trae la infodemia. El principal es el pánico producido en la población, que altera las dinámicas sociales y en situaciones extremas puede desencadenar comportamientos violentos como saqueos, robos o, incluso más grave, aún la segregación social y la xenofobia.

En el plano económico, la infodemia puede producir escasez de recursos, recesión económica, especulación de precios, efectos inflacionarios y crisis en las industrias que dependen de la movilidad de las personas como el transporte y el turismo en general.

A nivel clínico, produce congestión en los sistemas de salud, elevando el número de pruebas diagnósticas innecesarias, haciendo colapsar los sistemas sanitarios y evitando que las personas que realmente lo necesitan pueden acceder a tiempo al sistema.

Al igual que la epidemia, la denominada infodemia requiere de urgente atención, especialmente por parte de las grandes plataformas digitales, los medios de comunicación y los usuarios. La prioridad es fomentar y concertar con las grandes empresas noticiosas, los portales y los prosumidores una autorregulación responsable, que priorice el contraste y la verificación de la información con fuentes confiables, y evite reproducir noticias de dudosa procedencia. Fuente: https://andinalink.com/el-riesgo-de-la-infodemia/

Conclusión: Conocido es el dicho que dice: “La información sin formación produce deformación”. Y eso es lo que sucede con la INFODEMIA. Los cristianos no deben ser parte de eso, es una forma de mentir… torcer las verdades, causar sospechas, intrigas; al actuar así nos igualamos a la serpiente antigua del Génesis que tomó una verdad dicha por Dios y la interpretó a su conveniencia para luego, descaradamente, presentársela a Adán y Eva y engañarlos a su antojo (Génesis 3). Por lo tanto nosotros, los que profesamos a Cristo debemos informarnos correctamente -verificando las fuentes-, y compartir solo aquella información que contribuya al bienestar común, no callar las verdades, ¡pero vamos!, “decir la verdad sin mesura es crueldad”. Jesús nos desafía al enseñarnos: “Que tu sí, sea sí; y tu no, no; porque lo que se dice demás proviene del enemigo” (Mateo 5:37).

Fuente:
Gabriel Gil. Pastor, Coach-mentor, escritor.

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