ISAÍAS 1:18-20 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.
Verdaderamente que para para destruir una vida hay muchos factores que intervienen en ese proceso, ya que una vida no se destruye de la noche a la mañana, sino que se van dando una serie de factores: Malas decisiones, malas amistades, relaciones tóxicas, alejamiento de los caminos de Dios, enfriamiento espiritual, vicios, etc.
Pero este día vamos a reflexionar en este tan conocido y precioso texto en el cual vamos a encontrar CUATRO FACTORES para restaurar una vida, específicamente podemos reconocer tres factores humanos y uno divino.
Primeramente, tenemos que comprender lo que es un FACTOR: Es un elemento, circunstancia o influencia que contribuye a producir un resultado. Es decir que por medio de este texto vamos a reconocer cuales son aquellas cosas que contribuyen para que nuestra vida pueda ser restaurada por el Señor:
I) PRIMER FACTOR HUMANO: DISTANCIA (ISAIAS 1:18A) “VENID” Si queremos ser restaurados por el Señor tenemos que acercarnos a él, pues tenemos que reconocer que una de las principales causas por las que necesitamos ser restaurados es porque nos hemos alejado del camino de Dios. Y es importante entender que alejarse de los caminos de Dios significa hacer algo que ningún cristiano debería hacer: DARLE LA ESPALDA A DIOS (Zacarías 7:11) Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; 12 y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos. Es por eso que hoy el Señor nos hace un llamado muy importante a nuestra vida (Zacarias 1:3) Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
II) SEGUNDA FACTOR HUMANO: TIEMPO (ISAÍAS 1:18 B) “VENID LUEGO.” Volver a los caminos de Dios para ser restaurados por él es algo que no puede esperar, es algo que no podemos dejar para mañana. Si nuestra vida lejos de Dios está llena de pecados, de problemas, de angustia, de fracaso, de tristeza, de conflictos, verdaderamente lo mejor que podemos hacer es volver al Señor urgentemente, sin esperar más (Job 5:8-9) Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa; 9 El cual hace cosas grandes e inescrutables, Y maravillas sin número;
III) TERCER FACTOR (EL FACTOR DIVINO): OPORTUNIDAD (ISAIAS 1:18C) “ESTEMOS A CUENTA”: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Esta es la más grande oportunidad de la vida de todo ser humano, ESTAR A CUENTAS CON DIOS, a pesar de nuestros errores, a pesar de nuestros pecados, a pesar de nuestras malas decisiones y fracasos, el Señor nos da la oportunidad de comenzar de nuevo, nos da la oportunidad de comenzar de cero, de hacer un BORRÓN Y CUENTA NUEVA para con él , significa recibir una nueva página de nuestra vida para escribir una nueva historia tomados de la mano de nuestro Dios, y posiblemente el enemigo quiere llenar de dudas nuestro corazón haciéndonos creer que nuestros errores son demasiados, que nuestros pecados no tienen perdón, y que ya no merecemos una oportunidad de parte del Señor, pero la palabra de Dios nos demuestra que esto no es así (1 Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
IV) CUARTO FACTOR (HUMANO): DECISIÓN (ISAIAS 1:19-20) SI QUISIEREIS Y OYEREIS, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho. El Señor hoy nos está llamando para restaurarnos, para sanarnos, para bendecirnos, pero la decisión la tenemos que tomar cada uno de nosotros, y para tomar esa decisión el Señor nos hace una pregunta muy impactante (Isaías 1:5-7) ¿POR QUÉ QUERRÉIS SER CASTIGADOS AÚN? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 6 desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 7 vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. No esperemos más, volvamos hoy mismo al camino de nuestro Dios o entreguemos hoy nuestro corazón al Señor, pero no sigamos siendo rebeldes para con el Señor, porque las consecuencias de seguir viviendo lejos de Dios enredados en pecados son muy duras.