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El legado y la herencia de todo creyente

Quiero continuar estudiando el mover del Espíritu Santo y esta idea del bautismo, la llenura, la unción del Espíritu Santo según se manifestó en el rey David. En nuestro último mensaje vimos cómo por medio de la unción que David recibe por parte de Samuel, dice que el Espíritu Santo comenzó a venir sobre la vida de David desde ese momento en adelante.

De paso quiero hacer un pequeño señalamiento aquí. Algunos hermanos podrán decir: bueno, esto de lo cual estamos hablando no es necesariamente el bautismo del Espíritu Santo sino que se trata de otra cosa, es como una unción que se recibe para ser usado por Dios en alguna manera específica.

Mi punto es, la manera en que yo interpreto esto, es que el Antiguo Testamento enfoca los mismos fenómenos del mover del Espíritu de Dios en una manera diferente de como lo hace el Nuevo Testamento, pero en realidad es la misma cosa siendo enfocada en formas diferentes. Tenemos que entender que el Antiguo Testamento no estaba tan interesado por así decirlo en mostrar las cosas desde una perspectiva doctrinal de entrenamiento, enseñanza para obreros, etc. En la dispensación del Antiguo Testamento, Dios estaba mostrando otras cosas que Su Iglesia usaría en un futuro.

Lo que no hay tanto a veces en el Antiguo Testamento es interpretación teórica, teológica de las cosas que suceden, sino que el Antiguo Testamento es como más narrativo, más limitado en sus implicaciones y nosotros tenemos que hacer más implicación para sacarle provecho doctrinal a las cosas que vemos registradas en el Antiguo Testamento.

Ahora en el Nuevo Testamento, a través de las enseñanzas por ejemplo del apóstol Pablo donde Dios está preparando las bases teológicas para una Iglesia que habría de moverse durante siglos después de la ascensión de Jesucristo, hay una consciencia mayor; han pasado miles de años de paso. La humanidad está más desarrollada intelectualmente, culturalmente. Hay un enfoque más deliberado, hay una consciencia más desarrollada de la importancia de una enseñanza clara y específica, y teológicamente compleja, y por lo tanto el Nuevo Testamento entra en detalles, y etiquetas, y categorización de las cosas mucho más cuidadosas que en el Antiguo Testamento, pero eso no quiere decir que no se refiera a las mismas cosas.

Lo que estoy tratando de señalar es que, lo que vemos en el Antiguo Testamento ciertamente es un antecedente digamos, de lo que luego en el Nuevo Testamento vamos a ver en una forma más desarrollada y con mayor detalle, pero se trata de la misma cosa: la unción de Dios, el Poder de Dios, la infusión e la instalación de la llenura y el Poder del Espíritu Santo en nuestras vidas que nos capacita para hacer tareas específicas en la vida cristiana.

Que es lo que vemos en el Nuevo Testamento. Dios quería preparar Su Iglesia, preparar a Sus siervos para la conquista de todo el mundo y el esparcimiento del Evangelio, y les dijo: Antes de hacer eso, como Yo hacía con los profetas antes, con los sacerdotes, con los reyes, Yo los voy a dotar de Mi Espíritu.

La diferencia que vemos es que, en el Antiguo Testamento, lo que era para un número muy limitado de personas: reyes, sacerdotes, profetas ahora pasa a ser el legado y la herencia de todo creyente. Esa es la maravillosa diferencia que hace la cruz de Cristo y el Ministerio del Espíritu Santo en la vida de todo creyente, es que lo que era antes un privilegio muy, muy raro ahora pasa a ser algo que está accesible a todo hijo de Dios que reclama la Presencia y el Poder de Dios en su vida.

Pablo dice en su primer mensaje que lo que están viendo ellos, los moradores de Jerusalén, estas manifestaciones poderosas del bautismo del Espíritu Santo en esos creyentes que lo recibieron en Pentecostés es para los que están lejos y para los que están cerca, es para los que Dios llamare. Eso es tan importante, porque hoy en día hay muchas iglesias que hablan de que ya los dones del Espíritu Santo dejaron de existir, que eso era para los tiempos antes del canon de la Iglesia, antes que la Escritura fuera fijada en sus 66 libros que nosotros tenemos y que ya eso no es necesario, eso es una doctrina totalmente falsa y dañina, yo diría para el pueblo de Dios que no tiene ningún fundamento en la Palabra del Señor.

Lo que vemos claramente a través de la Escritura es que lo que antes era el territorio de un grupo, un puñado de individuos escogidos bajo la sangre de Cristo, Su Poder, Su sacrificio en la cruz ahora pasa a ser el derecho de todo creyente, no solamente en los tiempos de la Iglesia primitiva sino en nuestros tiempos también, los que están lejos en el tiempo y los que están cerca en el tiempo, los que están lejos en la geografía y los que están cerca en la geografía; para cuantos el Señor llamare.

Todo creyente hoy en día bajo la dispensación cristiana tiene acceso y derecho a disfrutar de esa poderosa unción del Espíritu Santo en su vida. No desperdiciemos esta oportunidad. Lo único que vemos en el Antiguo Testamento es que Dios había limitado ese poder a unas personas muy escogidas porque, el Antiguo Testamento lo que muestra es la manifestación muy imperfecta de lo que Dios luego, bajo Cristo Jesús, haría algo universal, poderoso, mucho más abarcador, de más potencia y de más efectividad, esa es la belleza de lo que Cristo Jesús ha hecho posible en la cruz del calvario.

En este tiempo todo creyente puede disfrutar de la Presencia y el mover de Dios en su vida solamente recibiéndolo, reclamándolo y utilizándolo por medio de la fe conforme a los parámetros que establece la Escritura, y por lo tanto no debemos desperdiciar esto. En el caso de David esa unción llegó a su vida, y entonces Dios comenzó inmediatamente a comunicarse con él, y vemos que inmediatamente después de esto cosas pasan en la vida de David muy poderosas.

Quise elaborar esto un poco más en esta meditación pero el Señor la llevó en otra dirección que me parece también muy importante. Creo que lo que Dios te está diciendo a través de esta meditación es: no desperdicies ese acceso, esa oportunidad que tiene todo creyente para moverse en una vida mucho más poderosa por medio de la unción del Espíritu Santo, porque así como esto se movió en la vida de Elías, Eliseo, David, Samuel, Saúl, Salomón así también ahora, por medio del Espíritu de Dios que habita dentro de ti que tú puedes activar en una forma muy poderosa, también se puede mover en tu vida. Usa el don de Dios que está dentro de ti.

Fuente:
predicas.org

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