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El Artista de tu nueva historia

Si entendieras la historia de aquellos a tu alrededor, comprenderías también por qué piensan como piensan, por qué hablan como hablan, por qué toman ciertas decisiones en su vida.  El problema es que, a veces, hacemos conclusiones, llegamos a juicios demasiado rápido, sin sentarnos a tratar de comprender.  Todo tatuaje tiene una historia, y toda historia es digna de ser contada.  A través de tu historia, tú puedes mostrar lo que es verdaderamente ser un cristiano.

Todos tenemos una historia, y toda historia es digna de contar.  Las cosas que tienen valor en la vida, lo tienen por su historia.  A nadie le gusta ver a dos personas peleando, pero nos agrada el boxeo porque crean una historia detrás del asunto, que es la que llama nuestra atención.  El baloncesto no sería baloncesto, sin una historia detrás.  No es hasta que tú conoces la historia de Lebron James, que te das cuenta de todo lo que superó para llegar a ser el atleta que es hoy.  A Kevin Durant lo puedes admirar por sus anotaciones y todo lo que ha logrado hacer, pero no es hasta que conoces cómo fue criado, que entonces puedes ver el valor.  Los campeonatos no se basan en dos equipos, sino en las historias de esos dos equipos.  Lo que le da ese sentido a las cosas en la vida es la historia.

Tu historia es digna de contar, y es tan interesante que un día Dios la puede y quiere contar de manera tal que cambie la vida de otra persona.  Por eso, tienes que aprender que Dios no es solamente un Dios Creador, sino que Él es Artista.  Él crea al hombre y lo pone en el huerto del Edén; cuando el hombre desobedece, Dios deja de ser el Dios Creador para convertirse en el Dios Artista.  Es el Dios que entrelaza las historias, las tragedias, las alegrías; es el Dios que ve la caída trágica de Adán, y comienza a ver cómo darle un final feliz a la historia de Adán.  La historia de Adán no quedaría en ese problema, en ese error; Dios la tornaría, al punto tal que comienza con el final en mente, diciendo: Algún día traeré a mi Hijo, que se llamará “el último Adán”.  Dios restauraría el nombre de Adán.  Dios comienza a entretejer todas las historias de hombres y mujeres; podemos pensar que no servía de nada, que podíamos descartarlas, hasta el momento crucial hace más de dos mil años atrás, cuando trajo a su Hijo a morir en la cruz del Calvario, dándole a Adán la posibilidad de una historia con un final feliz, al igual que a nosotros.

Cuando tú miras a Jesús y conoces la historia, lo que le hace grande no es tan solo que era el Hijo de Dios, sino que nace de una mujer virgen que había sido desposada con un hombre que tiene que huir con ella.  Vemos, además, en la genealogía de Jesús a una Raab, una mujer que era una ramera.  Solo un verdadero Artista es capaz de mezclar todas estas historias para hacer ese final tan glorioso.

Dale la oportunidad a ese gran Artista, a ese Dios Todopoderoso de arreglar tu historia de manera tal que al final, cuando se cuente, muchos tengan que ver lo que Él puede hacer en la vida de una persona cuando somos capaces de entregarnos a Él.

Si doloroso es que te hagan un tatuaje, más doloroso es removértelo.  Por eso en estos tiempos tenemos artistas que son capaces de tomar una mala historia marcada en un tatuaje, y sobre ella pintar una nueva historia; no te lo remueven, pero te lo rehacen de manera tal que la vieja historia queda en el pasado, y ahora la gente puede ver el reflejo de lo nuevo que tú quieres mostrar.

Entiende que hoy, el Autor por excelencia es capaz de pintar sobre tus viejas marcas y hacer algo nuevo.  En el nombre poderoso de Jesús, declaramos que esa obra comienza hoy en tu vida y se transforma en la grande obra maestra del Dios Todopoderoso para mostrar su propósito sobre ti.

Fuente:
Pastor Otoniel Font

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