La agencia de noticias Fars, de Irán, divulgó un entrenamiento del Ejército de Irán, el cual llamó la atención por lo inusual que fue. Réplicas de plástico de la mezquita al-Aqsa y la Cúpula de la Roca fueron construidas y colocadas en lo alto de un monte.
Miles de soldados han hecho un ejercicio de guerra denominado “Hacia la Ciudad Santa”. Es evidente que la situación es un entrenamiento para la toma de Jerusalén.
Más específicamente, el Monte del Templo, que está justo en el centro de la capital del Estado judío.
Según la Fars, en los entrenamientos participaron ms de 120 batallones de Nirouye Moqavemate Basij (Fuerza de Resistencia y Movilización, en traducción libre). El “Basij” es una milicia paramilitar de voluntarios fundada por el difunto ayatolá Jomeini en 1979. Se trata de un grupo que opera en paralelo al ejército iraní como una fuerza auxiliar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, lo que prueba su motivación religiosa.
Durante el entrenamiento, aviones de combate bombardearon objetivos, mientras que docenas de escuadrones armados representaban al ejército israelí que rodea a la réplica del templo musulmán.
De acuerdo con la agencia de noticias iraní, los entrenamientos se organizaron como “la preparación para luchar contra las posibles amenazas en la región”. A pesar que Israel no ha hecho amenazas contra Irán, es obvio que es una forma de que Teherán está demostrando sus intenciones.
Irán dice que tiene “asesores militares” y “voluntarios” en Siria, pero niega que sean parte de su ejército. La mayoría son soldados de la milicia Basij, que luchan junto a las tropas del gobierno sirio en las operaciones contra las zonas controladas por los grupos extremistas como el Estado Islámico. Ellos comparten el mismo frente que reúne a Hezbolá (radicales del Líbano) y Rusia.
Esto parece ser sólo un paso más en la serie de decisiones que el gobierno iraní ha estado haciendo en relación a un pronto ataque contra Israel. En agosto, un video producido por una organización extremista iraní, muestra la unión de los ejércitos de Irán y grupos terroristas como Hamas y Hezbolá, preparándose para marchar hacia Jerusalén.
A mediados de 2015, después del acuerdo nuclear con las grandes potencias, el ayatolá Ali Jamenei publicó un libro llamando a la destrucción de Israel y que la solución para la región es un solo un Estado único (Palestina). El líder supremo iraní defiende ser “práctico y lógico” que Israel vuelva a la dominación musulmana.
Él sostiene que su plan promovería “la hegemonía de Irán”, y la eliminación de la “hegemonía de Occidente” en el Medio Oriente.