Los EE.UU e Israel abandonaron de manera definitiva las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia por la campaña anti-Israel que ha emprendido esta organización de manera disimulada.
La UNESCO que fue fundada después de la II Guerra Mundial, ha aprobado una serie de resoluciones que van en contra de Israel, en las que resalta las graves acusaciones que se le hicieron a Israel de “ocupar” a Jerusalén del Este además de cambiar de nombre a los lugares islámicos sagrados y otorgar la plena adhesión a Palestina.
Países como Brasil han votado a favor de resoluciones para este pueblo, pero desde la elección del presidente Bolsonaro, todo tendrá un cambio radical, así como el gobierno de EE.UU y su presidente, Donald Trump, quien ha exigido una “reforma fundamental” en la ONU, lo que nunca sucedió.
Esta salida de ambos países afecta de gran manera a la UNESCO y financieramente también, pues Israel y EE.UU dejaron de pagar sus tasas anuales para la organización por no concordar con las ordenes del órgano.
Su directora, Irina Bokova lamentó “profundamente” la decisión de EE.UU, a la que calificó como “pérdida para el multilateralismo y para las Naciones Unidas.