Arqueólogos israelíes descubrieron un sello de arcilla de forma ovalada con un tamaño de cerca de centímetro y medio, que pudiera llevar la firma del profeta bíblico Isaías, quien ha sido reconocido por predecir la llegada del Mesías en la Santa Biblia, y ser la evidencia de su existencia terrenal.
El sello, llamado bula, que se cree tiene inscrito el nombre del profeta judío, tiene 2.700 años de antigüedad y fue descubierto durante una excavación al pie de la pared sur del Monte del Templo de Jerusalén o Haram al-Sharif.
La Dra. Eilat Mazar, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea en Jerusalén, indicó:
En el sello que data del siglo VIII a.C. encontramos la marca del sello que pudo haber sido hecha por el mismo profeta Isaías, el hallazgo fue hecho a tan sólo 3 metros de distancia de donde descubrimos la altamente publicitada bula del rey Ezequías de Judá.
La bula está inscrita en un antiguo alfabeto hebreo con el nombre Yesha’yah (Isaías en hebreo), seguido de las letras “nvy”, que son las tres primeras letras de la palabra hebrea para profeta, que se deletrea nun-beit-yod-aleph.
Pero debido al deterioro de la pieza, no se sabe si originalmente finalizaba con la letra hebrea aleph, que habría dado lugar a la palabra hebrea para “profeta”, lo que definitivamente habría identificado el sello con la firma: “profeta Isaías”; a pesar de esta imprecisión, la palabra “Isaías” está clara.
La ausencia de esta letra final deja abierta la posibilidad de que el sello pudo haber pertenecido a algún otro “Isaías” que se encontraba en ese momento, ya que el nombre era común para la época.
El sello formó parte de una de las 34 bulas halladas durante las excavaciones del Ophel en el año 2009, una de ellas perteneciente al rey Ezequías, que gobernó a principios del siglo VII a. C. y de quien Isaías era consejero.
La Dra. Mazar comenta: “La proximidad de los dos sellos no puede ser una mera coincidencia”. El descubrimiento parece dejar abierta la posibilidad de que, a pesar del deterioro presentado en la bula, pueda haber sido una impresión de sello del profeta Isaías, asesor del rey Ezequías.
Si bien el notable descubrimiento no constituye una prueba definitiva de la existencia del profeta Isaías, sigue siendo un hallazgo extraordinario. Su proximidad a la bula del rey Ezequías y el hecho de que sólo las personas de estatus usaban bulas, abre la muy plausible posibilidad de que el sello perteneciera al Isaías Bíblico, lo que constituiría la primera evidencia de su existencia, fuera de los textos religiosos. Fuente: tekcrispy