Es de los platos más deseados, pero no es aconsejable abusar de él. La pizza tiene un alto valor calórico y es considerada comida basura. Sin embargo, todo depende de cómo se elabore y los productos que se utilicen. En el Día Internacional de la Pizza de Queso, que se celebró el pasado 5 de septiembre, Kaiku Sin Lactosa —una marca de productos sin lactosa— desveló algunos para disfrutar de la pizza sin remordimientos y de forma saludable y ligera:
Toppings: Que una pizza contenga muchos ingredientes no quiere decir que sea menos saludable o que contenga más calorías: el truco reside en elegir los ingredientes de manera cuidadosa para que la combinación resulte ligera. Vegetales no fritos (rúcula, hojas de espinaca, brócoli o aguacate), pollo a la plancha o jamón, y alguna especia moderadamente fuerte, como la pimienta negra (con efecto saciante) serán las opciones más seguras en la elaboración de una pizza sana 100%.
Masa: Una verdad universal es que, cuanto más delgada sea la masa, mejor para mantener una dieta equilibrada y saludable. Pese al auge de las masas más esponjosas, e incluso rellenas, es importante intentar que la masa sea delgada y elaborada a partir de ingredientes integrales. Las masas elaboradas con harina blanca refinada hacen crecer nuestros niveles de insulina1, lo que provocará que se nos antoje más cantidad.
Queso: Este ingrediente debe elegirse con cuidado para asegurar una buena digestión del menú. Utilizar queso sin lactosa es una alternativa ligera que combate la sensación de hinchazón después de comer, sin retirar de la pizza uno de sus sabores fundamentales.
Zona horaria: Por mucho que la pizza resulte tentadora para una cena tardía, lo más recomendable es su consumo a la hora de la comida para poder extraer el máximo rendimiento de los hidratos de carbono. Si se consume de noche, será aconsejable que la cena esté separada del momento de ir a dormir por, al menos, un par de horas. De este modo, nuestro cuerpo podrá digerir cada ingrediente de manera adecuada.
Bebida: Uno de los peligros tradicionalmente asociados a la pizza es el de acompañarlo con refrescos con gas y/o alto contenido de azúcar. Lo mejor será comer la pizza acompañada de agua o de zumos naturales sin azúcar añadido.