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Carácter firme en tiempos difíciles

Alguna veces el discípulo del Señor Jesús quisiera un evangelio cómodo y fácil. Pero en ningún texto bíblico esto se nos promete, por el contrario dice la Escritura “los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”, lo que si nos ha prometido el Señor es estar con nosotros todos los días hasta el fin. Estamos en los postreros tiempos, y Dios llama a su pueblo a ser fiel, y cuando se multiplique la adversidad acudamos a Aquel que es nuestra fuerza, quien nos ayudará a perseverar hasta el cumplimiento de Su plan…

EL IMPERIO DE BABILONIA EN TIEMPOS DE DANIEL (Daniel 1:1-2).

Babilonia se convirtió en la capital política, religiosa y comercial del imperio. Su más famoso rey fue Nabucodonosor, quien llevó el imperio a su máxima expansión.

El ejército de Babilonia venció al ejército asirio, y se convirtió en el nuevo imperio, la nueva potencia. Su más famoso rey fue Nabucodonosor. Era pues, la principal ciudad del mundo conocido, la capital del nuevo imperio.

La nueva ciudad se destacó por su arquitectura.

Nota: Veamos algunas características de la ciudad de Babilonia:

Estaba rodeada por una muralla de 100 mts de altura, 24 mts de ancho, y una profundidad de 11 mts (para evitar túneles).

Tenía 250 torres de vigilancia estratégicamente ubicadas.

En el exterior de la muralla había un foso con agua del río Éufrates.

Era un lugar de belleza y esplendor (allí estaban los jardines colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo).

Desarrollo de ciencias como geografía, matemáticas, astronomía, leyes, y otras cosas como la magia, ciencias ocultas, hechicería, etc.

ENTORNO SOCIAL Y RELIGIOSO DE DANIEL: 

Babilonia era el centro idolátrico del imperio.

La ciudad tenía 53 templos y 180 altares (para diferentes dioses). Estaba el gran templo de Marduk (principal dios del panteón babilónico), cuyo interior estaba construido en oro, sus ídolos pesaban unas 40 toneladas de oro (sólo la estatua de Marduk pesaba 27.4 toneladas de oro puro).

Era una sociedad instruida, liberal e idolatra.  

Daniel y el grupo de jóvenes hebreos estaban en medio de todo esto, Dan. 1:3-6.

Nota 1: “Entre éstos estaban”, los cuatro jóvenes que se mencionan: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Todos los jóvenes hebreos debían ser instruidos por tres años, por orden del rey Nabucodonosor. La Biblia empieza a destacar la actitud de Daniel, pues no quiso “Contaminarse” (Dan. 1:8), el término hebreo usado aquí para contaminarse traduce además: ensuciar, profanar, hacerse ritualmente impuro. Esto se debe a que posiblemente los alimentos eran prohibidos por la ley judía, o porque éstos eran previamente ofrecidos a los dioses de Babilonia.

Dentro de la mente hebrea la limpieza ritual era fundamental para ingresar al templo (lamentablemente esto decayó en un extremo religioso: el fariseísmo). Daniel siendo un joven tomó una seria y firme decisión, aunque no había templo judío en Babilonia, no había sacerdocio, no estaban sus padres, etc, él decidió ser fiel a Dios.

LA FIDELIDAD DE DANIEL Y SU RECOMPENSA:

Daniel expresó su fidelidad a Dios a través de su fe y perseverancia (Dan. 1:8-16).

Es necesario notar en ésta lectura varias cosas importantes:

  1. Daniel perseveró a pesar del obstáculo inicial (primero Aspenaz le dijo que no, versículos 8b- 10; y él fue luego a Melsar: versículos 11-14).
  2. Perseveró superando las dificultades y el tiempo (Dan. 1:15-16. Diez días de prueba, y luego tres años de fidelidad, de negación y abstención, de burlas de sus compañeros, etc).

Dios recompensó la fidelidad de Daniel y sus amigos (Dan. 1:17)

Nota 1: Alcanzaron mucha sabiduría… No porque fuera Babilonia, no por la excelencia de los maestros, sino porque “Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias”, no fue el diablo, fue Dios quien les dio sabiduría y conocimiento en literatura y ciencias: matemática, historia, astronomía, geografía, etc. Así actúa nuestro Dios, para que toda la gloria sea sólo de él. Además Dios equipa a Daniel con una unción profética: entendimiento en toda visión y sueños.

Dan. 1:18-20. Al completar los tres años, Dios honró la fidelidad de ellos, era un grupo de jóvenes hebreos, pero Dios destacó a cuatro: Daniel, Ananías, Misael y Azarías. El versículo 21, nos recuerda que Daniel estuvo en el imperio de Babilonia, en el de Media, y Persia, es decir los imperios caían y Daniel permanecía. Los reyes eran removidos del trono, pero Daniel continuaba en la corte real, porque quien lo sostenía era Dios. El Señor recompensa la fidelidad.

Conclusión: El Señor fortalece y guarda a aquel cuyo corazón decide ser fiel a Dios. En medio de las dificultades la mano del Señor obrará a su favor. Al final veremos la mano de Dios recompensar a aquel cuyo corazón es recto para con Dios. El Señor lo hizo con Daniel, puede hacerlo contigo.

Fuente:
Pastor Gonzalo Sanabria

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