Entonces pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; cuando él abra, nadie cerrará, cuando él cierre, nadie abrirá. Lo clavaré como clavija en lugar seguro, y será un trono de gloria para la casa de su padre. Isaías 22:22-23
Ahora verán por qué Dios tuvo que cerrar todas las puertas detrás de ustedes. Sí, ha sido doloroso, pero Él ha anhelado tanto que salgan de ese viejo camino y entren por la puerta nueva. Ahora solamente dejen que su corazón se refresque y no miren atrás ni un momento más. Por cada puerta cerrada Dios está abriendo nuevos reinos de aumento de favor que no esperaban o nunca imaginaron. Dios les está trayendo gente que los defenderá en esta nueva temporada y por cada traición y relación terminada les está trayendo relaciones de pacto en las que pueden confiar y crecer. ¡Este es un nuevo día y una nueva puerta dice el Señor! ¡Es un nuevo día de caminar con una nueva unción y autoridad para atar y desatar, para derribar y establecer el Reino! (Nate Johnston)
Apocalipsis 3:7-8 Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir. Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar.
“Hace poco estaba orando por muchas personas que conozco que están al borde de un avance. Mientras oraba e intercedía por estas personas, escuché al Señor decir: «Yo estoy abriendo puertas para el avance del Reino».
Muchas veces, cuando sabemos que vamos a cambiar a una nueva temporada o a entrar en algo nuevo con Dios, nos emocionamos. Rápidamente nos entusiasmamos con la promesa, pero debemos continuar buscando la revelación del Señor para poder compartir lo que está haciendo y hablarlo con los demás. Cualquier puerta que Dios abra no es solo para nosotros. También es para otros y para que el Reino de Dios avance. Cuando Dios abra una puerta, recuerden que no se trata solo de nosotros, ¡Se trata del Reino de Dios!
Dios está tomando nuestros talentos y habilidades en esta temporada y no solo los usará para bendecirnos, sino también para bendecir a otros. ¡Todo lo que hacemos no es para nosotros, es para el Reino de Dios! Siempre que Dios quiera abrirnos una puerta, nuestra ambición egoísta evitará que la puerta se abra. Recuerdo que hace muchos años, estaba orando para que Dios me diera la próxima gran revelación para predicar. Quería ser conocido y visto por otros. El Señor me habló y dijo: “Tú ministras tanto para ti como para mí”. Me sorprendió y me confrontó. En esa temporada, aprendí a menguar para que Dios pudiera crecer (Juan 3:30). Aprendí a humillarme y nunca aprovecharme de lo que Dios estaba haciendo en mi vida. La arrogancia y el orgullo nos impedirán caminar por puertas abiertas. Dios no promoverá a alguien que no use la puerta abierta para Su Reino. Dios nos abre puertas para que podamos bendecir a otros.
Siempre que sientan que Dios está a punto de levantarlos, necesitan ayunar. Cada vez que Dios los haga avanzar, trayéndoles aumento o promoviéndolos, deben ser intencionales para apartarse en ayuno y oración. Si Dios abre una puerta y caminamos a través de ella en la carne, Dios no obtendrá la gloria. Sin la humildad y la revelación de que no podemos hacer nada sin Dios, usaremos mal lo que Dios nos abra. El ayuno y la oración nos mantendrán humildes, nos enseñarán a morir diariamente a nuestra carne y a caminar con Dios con un corazón puro. El ayuno matará cualquier ambición egoísta en nuestras vidas.
Colosenses 3:23-25 Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente, porque ya saben que el Señor les dará la herencia como recompensa, pues ustedes sirven a Cristo el Señor. Pero el que hace lo malo, recibirá el pago del mal que haya hecho, porque ante Dios no hay favoritismos.
¡Dios está a punto de usarnos de una manera poderosa! Sin embargo, sepan que cuando las puertas se abran para ustedes, Dios es quien abrirá la puerta. No importa cuánto los use o bendiga Dios, ¡NO OLVIDEN QUE NO ES SOLO PARA USTEDES! Dios los bendecirá para que puedan ser una vasija a través de la cual Él pueda derramar bendiciones. ¡Se están abriendo puertas para el avance del Reino y aquellos que quieran ver el Reino de Dios avanzado la atravesarán! (Joe Dawson)
Mateo 16:24-27 A sus discípulos Jesús les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Con amor y oraciones