Salmo 18:32-33 Hemos llegado al final del primer semestre de este año 2018, y estamos comenzar los últimos seis meses de este año, valdría la pena preguntarnos cada uno de nosotros ¿Cómo queremos terminar este año?
Posiblemente en estos momentos de nuestras vidas por las situaciones que estamos viviendo o atravesando no sentimos que estamos en nuestras alturas sino todo lo contrario, posiblemente nos sentimos tristes, o decepcionados, o frustrados, posiblemente desesperados porque las cosas no van saliendo como hubiésemos querido.
Es por eso por lo que es importante que comprendamos que la palabra de Dios nos declara que el anhelo del Señor para nosotros es que nuestra vida este en las alturas:
Por eso el Señor nos compara con las siervas (vs 33) que pueden escalar montañas tan difíciles que son casi imposibles para ser escaladas por los seres humanos.
Por eso nos compara a las águilas (Isaías 40:31) Que son una de las aves que pueden volar a mayor altura, algunos hasta seis mil metros de altura.
Dios no quiere que vivamos solo recordando y anhelando nuestras “viejas alturas” es decir nuestras victorias pasadas, nuestros buenos tiempos del ayer, pues eso solamente nos llenara de tristeza o de frustración, el Señor quiere que cada uno de nosotros vayamos a NUEVAS ALTURAS por medio de su poder, el no es un Dios de recuerdos solamente, el es un Dios que puede transformar para bien nuestro hoy y nuestro mañana (Isaías 43:18-19) ¿Lo puedes creer?
¿Cómo podemos ir a nuevas alturas? ¿Qué necesitamos? La respuesta la vamos a resumir en tres palabras, veamos cada una de ellas:
ENFOCATE (COLOSENSES 3.1-2)
El texto nos declara que tenemos que enfocar nuestra vida en las cosas de arriba, si queremos ir hacia nuevas alturas tenemos que cambiar el enfoque actual de nuestra vida.
Tenemos que buscar las cosas de arriba, no podemos ir hacia nuevas alturas si nuestra vida esta enfocada solamente en lo terrenal, es decir en los placeres, en la diversión, en los estudios, en el dinero, en los negocios, como hijos de Dios tenemos que buscar las cosas de arriba, lo espiritual, la voluntad de Dios, su iglesia, su palabra.
Tenemos que poner nuestra mira en las cosas de arriba, es decir no tenemos que poner nuestra mirada en las circunstancias, o en los problemas o en las dificultades, sino en el poder y en el amor de nuestro Dios. Tenemos que elevar nuestra mirada por sobre las murmuraciones y las envidias, no debemos dejarnos desanimar.
DESPÓJATE (EFESIOS 4:22)
Tenemos que reconocer que muchas veces estamos cargando un peso que no nos permite ir hacia nuevas alturas, que nos hace estar siempre amarrados a nuestro pasado, que no nos permite salir del fracaso.
Eso que no nos permite avanzar e ir hacia nuevas alturas la palabra de Dios lo llama “viejo hombre” y este viejo hombre significa todo aquello que nos hace vivir enredados en el pecado, y cuando nuestra vida esta enredada en el pecado significa que no podemos ir a donde nuestro Padre Celestial nos quiere llevar.
Este viejo hombre representa los vicios, las amistades que no agradan a Dios, nuestros rencores, los adulterios, las adicciones, etc.
La palabra de Dios nos declara que podemos despojarnos del viejo hombre porque en si estamos en Cristo somos nuevas criaturas (2 Corintios 5:17)
HUMÍLLATE (JOB 5:11)
Tenemos que reconocer que para ir a nuevas alturas necesitamos humillarnos delante de Dios.
Humillarnos significa reconocer nuestra necesidad de Dios, reconocer que nosotros solos no podemos transformar nuestra vida y que para triunfar y para que podamos ir a nuevas alturas no se trata de suerte, ni de tener amistades, ni de experiencia, ni de conocimiento, sino de la poderosa mano de nuestro Dios sobre nosotros (1 Pedro 5:6)
Es necesario que nos ENFOQUEMOS, que nos DESPOJEMOS, y que nos HUMILLEMOS, pero lo mas importante es ya no esperar más, tenemos que hacerlo hoy, para que finalicemos el año en nuevas alturas por medio del poder de nuestro Dios.