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Un Feliz Año nuevo 2016

Salmos 90:12 “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. La biblia nos advierte sobre el vivir la vida sabiamente, porque nuestra existencia es corta en este mundo, porque estamos limitados por el tiempo y el espacio.

La realidad es que tenemos una sola oportunidad de vivir y eso es algo que no se volverá a repetir, el hombre no tiene otra vida después de la presente ni oportunidad más, Hebreos 9:27 dice «esta establecido a los hombre morir una sola vez y después el juicio» así que conviene aprovechar la vida presente que tenemos y pedir a Dios sabiduría para vivirla.

El final de un año y la llegada de uno nuevo nos acerca a la eternidad y sobre cómo lo utilizamos. En el 2015 Tuvimos 12 meses 365 días, 8,760 horas, 525,600 minutos, 31, 556 926 segundos.

El tiempo que se va no vuelve, dijo alguien: si pudiera volver al pasado, regresando el tiempo y hacer lo que no hice, corregir los errores y aprovechar las oportunidades que llegaron a mi vida y no las aproveche, es el pensar de muchos y quizás el tuyo mismo. Pero el tiempo que ha pasado es algo que no volverá a repetirse ni volverá mas, cada oportunidad que se nos presenta y no la aprovechamos es algo que no vuelve más, podremos tener nuevas oportunidades y son las que tenemos que atender con diligencia.

¿Qué podemos hacer en este año para acercarnos más Dios? Debemos aprender del tiempo que se ha ido es una escuela que es una escuela que nos revela un mundo de aprendizaje. Aprendemos de las cosas que debimos hacer y no las hicimos, fracasos por no pedir el consejo, la vida dentro del tiempo es sin lugar a dudas la mejor escuela de aprendizaje.

Debemos olvidar el tiempo que nos causó tristeza. El año viejo está muerto. Deséchalo y Suéltalo. Hay personas que siguen viviendo en el pasado. No pueden olvidar los fracasos que experimentaron durante ese año, – La pérdida de un ser querido, un divorcio, alguna desgracia familiar, malas decisiones y oportunidades desaprovechadas.

Circunstancias por las cuales atravesamos el año pasado, que quedaron grabadas en nuestra mente y es difícil olvidarlas. El ayer ya pasó. El año 2015 quedó atrás. No podemos hacer nada de lo que ya no existe. «Existen dos días de cada semana en los cuales no deberíamos preocuparnos.

Uno de esos días es el ayer, con sus errores e inquietudes, sus aflicciones y sus dolores, sus carencias y desaciertos. Ayer ha pasado y para siempre, se encuentra más allá de nuestro control. No podemos anular ningún acto que hayamos realizado. Borrar una sola palabra expresada. Enmendar un solo error irrevocablemente. Ayer ha pasado y para siempre. Déjalo ir. El otro día por el que no deberíamos preocuparnos es el Mañana, con sus posibles adversidades, sus preocupaciones, su enorme promesa y pobre ejecución.

Mañana también está más allá de nuestro control inmediato. Mañana, el sol saldrá con esplendor o detrás de nubarrones, pero saldrá. Esto nos deja solo un día: ¡el Hoy! una persona puede pelear las batallas de solo un día. Ayer y mañana son preocupaciones inútiles. Resolvamos la jornada no más que un día a la vez».

Mateo 6:34 dice: «Así, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal» pide a Dios que le ayude a vivir día por día. No hay razón para preocuparnos por aquello que no ha sucedido y tal vez ni sucederá. Pero el propósito de este día es de dar gracias a Dios porque nos permitió vivir un año más.

Agradecidos con Dios de que, todavía estamos aquí. Muchos no verán el amanecer del nuevo año. ¿En qué forma demostramos nuestro agradecimiento a Dios por concedernos un nuevo año?

Servirle, adoramos por medio de la oración, lo cual es parte de la vida cristiana. Adoramos leyendo la Biblia. (Leerla completa). Si leemos tres páginas diarias, en un año se puede leer toda la Biblia. Adorar es asistir a los servicios cotidianos. Adorar aplicar nuestros talentos al servicio de Dios.

¿Qué nos traerá este nuevo año? ¿Qué sorpresas o nuevas noticias aparecerán en nuestras vidas? El futuro siempre es incierto. El único que sabe qué acontecerá es Dios. Pablo, quien estaba ya para ser sacrificado dijo: “Una cosa hago… extendiéndome a lo que está delante”. “Vive la vida como si fuera tu ultimo día”, “trabaja como si Cristo tardara mil años”.

La llegada de un nuevo año es para extenderse. Eso es, no quedarse en el mismo sitio, sino desafiar las adversidades y esforzarnos en la gracia. Es abrirse a los nuevos tiempos. Nuevas actitudes. Nueva voluntad. Vivir una vida con un propósito. Un nuevo año es otra oportunidad para dar más frutos.

Una vida victoriosa. Un testimonio de integridad cristiana. Victoria sobre Satanás y los demonios. Victoria sobre la tentación y el pecado. Buenas relaciones familiares. Mejores relaciones con los que nos rodean. Producir otro creyente como el manzano que produce manzanas. Más respaldo económico a su obra. Aplicar nuestros talentos a la obra su iglesia.

¿Qué balance presentaremos del año 2015? como te presentarás ante tu Dios, que medallas y trofeos traerás como ofrenda a tu Dios, que palabra de alabanza recibirás de tu creador que te formó con un carácter de campeón, que le dirás en torno a tus logros basados en los talentos o dones que recibiste de Dios. No hay ninguna excusa para llegar vacíos de las manos ante el altar y tribunal de Cristo.

La vida humana, vista desde arriba, sólo dura milésimas de segundos. Necesitamos de un segundo para que venga algún pensamiento. ¡Sencillamente viene o se va!

Cada cumpleaños es muestra de desgaste y fin de nuestra existencia. Trabajo, cansancio y enfermedades. Nuestra condición física no es mejor mientras más años tenemos. Lo importante no es cuántos años viviremos sino cómo los vivimos y aprovechamos el tiempo.

Finalmente: Nadie quiere tocar el tema de la muerte, los enfermos piensan en sanar y no en morir, nadie quiere discurrir en la cuestión de cuando moriré, donde será mi último día de vida, como moriré, y sobre todo el desafío eterno «donde pasare la eternidad» la realidad es que podrás faltar a una reunión familiar, a una cita ante una autoridad, no asistir a un compromiso ultra urgente. Pero donde no podrás evadir ni dejar de asistir, ni por olvido, negligencia o descuido es a la cita de la muerte y estar de pie ante el juez justo que Dios. ¿Estás preparado para esta cita? Dice la Biblia, «prepárate para venir al encuentro con tu Dios».

Dios les bendiga y este año 2016 sea de múltiples bendiciones junto a sus familiares y que Dios nos conceda todas las peticiones de nuestros corazones. Gracia y paz.!!!

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